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Aniversario de Horacio Vásquez

En su visión, era importante la educación, pero también crear conciencia acerca de nuestros valores.

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Aniversario de Horacio Vásquez

El pasado 22 de octubre se cumplió un aniversario más del nacimiento de Horacio Vásquez. La Fundación Horacio Vásquez tenía previsto celebrar un acto en Tamboril, lugar donde reposan sus restos, en recordación de esa fecha y ofrecer una charla sobre aspectos de su vida a cargo de un destacado historiador.

Esa actividad coincidiría con los preparativos que realizan las autoridades para concretar el proyecto de remodelación de la casa de Horacio en Tamboril y crear allí un museo en su honor. El rebrote de coronavirus que se ha producido, en vías de ser controlado, obligó a la fundación a postergarla hasta que la vacunación avance un poco más y siga amainando el riesgo.

Mientras se terminan de afinar algunos detalles y se decide el comienzo de las obras y efectúan los arreglos institucionales que involucra, convendría destacar algunas peculiaridades del gobierno de Horacio.

En su mensaje al Congreso Nacional, en el año 1925, expresaba su determinación de mejorar la salud pública. Decía: “Una de las más activas diligencias de mi gobierno consiste en mejorar... las condiciones sanitarias del país, de modo que la salud pública esté constantemente escudada contra las enfermedades epidémicas e infecciosas que destruyen el organismo humano... Me he empeñado en edificar un sanatorio (tuberculosis)... en un promontorio arbolado de pinos, en la común de San José de las Matas... Es propósito del Poder Ejecutivo establecer en esta capital un dispensario para el tratamiento de las enfermedades venéreas”.

La preocupación era por la salud colectiva y la defensa contra las epidemias y enfermedades infecciosas, causantes de muchas muertes.

También ponía énfasis en la educación y en la cultura. Con un dejo de tristeza expresaba: “El gobierno militar implantado por la Ocupación, clausuró las Escuelas Rudimentarias Rurales”. Y añadía, con entusiasmo: “Hoy, si no en la extensión a que llegan las aspiraciones del Poder Ejecutivo, los planteles de enseñanza, en cada rincón de la República, ofrecen el beneficio de sus frutos saludables”.

El cierre de esas escuelas por parte del gobierno de ocupación constituyó un acto de barbarie. La excusa era baladí: los impuestos sobre la propiedad especializados no alcanzaban para cubrir los gastos. Los propietarios se negaban a aceptar la valoración de oficio que se realizaba. Las autoridades prefirieron dejar sin educación a los niños de aquella época como castigo inmerecido a los ciudadanos.

En el ámbito de la cultura Horacio se interesó por la “creación de monumentos que perpetúen los hechos gloriosos de nuestra Independencia y Restauración; la creación del Museo nacional y levantar el templo que guarde a perpetuidad las venerables cenizas de nuestros próceres”.

En su visión, era importante la educación, pero también crear conciencia acerca de nuestros valores.

Pero fue en la agropecuaria donde Horacio puso sus mayores ilusiones de desarrollo. Le dedicó grandes esfuerzos para tecnificarla. En su mensaje dice: “El crédito que votasteis para la irrigación de los campos de Baní, Montecristi y Santiago, habrá de justificar... la necesidad de mayores sumas de esfuerzos pecuniarios para proseguir la obra de canales transportadores del líquido benefactor”.

No se quedaba ahí el alcance de su visión. Expresaba: “Complemento de la política del agua, lo será indiscutiblemente la repoblación de nuestros bosques... al influjo de la Ley Forestal... Os recomendé un proyecto de ley llamado a preservar nuestro café de las plagas... y dicté mi decreto del 6 de noviembre de 1924 prohibiendo la entrada al país de la uva de procedencia española... contagiada por la mosca del Mediterráneo”.

Estos tópicos mantienen hoy plena vigencia. Su visión se extendía a la “creación de un Cuerpo de Inspectores de Frutos; ya con otro de Maestros de Cultivo; con creación de campos de demostración y con la escuela de Agricultura que se abrirá en breve (En Moca)”.

Y agregaba: “No he descuidado, en el ramo de la pecuaria, la obtención de buenos sementales para fomentar la cría y propagación de buenas razas vacunas, porcinas y lanar”.

La tecnificación de la agricultura era fundamental como también lo eran las obras públicas básicas: “Las cuantiosas sumas de dinero que se han invertido y sigue invirtiendo el Estado en la construcción de las tres grandes arterias que, arrancando de esta ciudad, terminarán en los límites este, norte y sur de nuestro territorio... Aprovecho la ocasión para interesar vuestros patrióticos entusiasmos para que... votéis las sumas... destinadas a la inaplazable construcción de varios puentes, de los cuales, uno de los de mayor importancia, es el que habrá de extenderse sobre el río Higuamo”.

Horacio fue un gobernante que hizo historia y legó valores.

TEMAS -

Eduardo García Michel, mocano. Economista. Laboró en el BNV, Banco Central, Relaciones Exteriores. Fue miembro titular de la Junta Monetaria y profesor de la UASD. Socio fundador de Ecocaribe y Fundación Siglo 21. Autor de varios libros. Articulista.