El Presupuesto del 2019

El Poder Ejecutivo sometió al Congreso Nacional, el pasado viernes 28 de septiembre, el proyecto de Presupuesto General del Estado para el 2019, con un monto ascendente a RD$921,810 millones, es decir, 105,245 millones mayor que el presupuesto de 2018.

El proyecto de presupuesto estima ingresos por valor de RD$689,930 millones y gastos por RD$765,455 millones.

Es decir, se trata, una vez más, de un presupuesto deficitario y, como es ya práctica repetida de los gobierno del peledé, se financiará con préstamos externos e internos.

Esta vez los prestamos ascenderán a US$4,443.8 millones que equivalen a RD$231,880 millones que representa el 5.37% del PIB. De esta cantidad, RD$156,355 millones serán para amortización de la deuda pública. El resto, RD$75,525 millones será el monto de la nueva deuda que se agregará a la ya existente.

Estos RD$231,880 millones que se utilizarán para financiar el presupuesto de 2019 representan algo más del 25% del monto del presupuesto y el 33.5% del total de los ingresos a ser recaudados por el Estado.

El déficit fiscal que se estima en el presupuesto, ascendente al 1.7 del PIB, es deliberadamente falso. El déficit será mucho mayor pues en el presupuesto se consigna el precio del barril de petróleo en US$62.9, cuando actualmente el precio promedio del barril es de US$70, con tendencia alcista se estima llegará a los US$100.00.

En el presupuesto de 2019 se elimina la indexación por inflación en el impuesto sobre la renta de las personas físicas lo que se traduce en mayor carga tributaria y operará como una disminución del salario de los contribuyentes.

En el presupuesto de 2019 se levanta la prohibición para la instalación de nuevas bancas de lotería con el objetivo de aumentar los ingresos tributarios. Esta medida impactará a los sectores de bajo ingreso que buscaran “en la suerte” lo que no pueden obtener de un empleo digno. ¿Qué sentido tiene invertir un 4% en el sistema educativo mientras se fomenta para padres y jóvenes buscar alternativa en el juego de azar?

El Gobierno estima en el presupuesto que dejará de recibir ingresos en el 2019 ascendente a RD$220,867.8 millones, equivalente al 5.11% del PIB, por concepto de exenciones y exoneraciones contempladas actualmente en el sistema tributario. A esto hay que añadir, entre otros, el elevado subsidio al sistema eléctrico.

Éste, al igual que los anteriores presupuestos de los gobiernos del peledé, reproduce el desencuentro entre las prioridades de la ciudadanía y las del Gobierno.

Sus principales características son:

1º.- No hay una restructuración del gasto público, de suerte que se eliminen los obscenos salarios de los altos funcionarios, los gastos superfluos, nominillas, exenciones, exoneraciones y subsidios innecesarios, todos los cuales son los que provocan el drenaje de cuantiosos recursos del Estado. Una de muchas evidencias de despilfarro que se pudieran mostrar es la que aparece en la pagina 18, en el capítulo 207 del Ministerio de Salud Pública, en la que se asignan RD$6 millones a la Fundación de Mujeres para el Desarrollo de San Juan de la Maguana, de la diputada Lucía Medina, la misma fundación del escándalo de las mochilas.

2º.- Continúa el déficit fiscal, es decir, seguimos gastando mucho más de lo que nos ingresa por vía de impuestos, tasas y contribuciones. Este es el camino seguido por más de 10 años de déficit presupuestarios de los gobiernos del peledé. Por eso, es poco creíble el anuncio de que el déficit fiscal se va a reducir de 2.2% a 1.7% del PIB.

3º.- Se mantiene a todo galope la carrera de endeudamiento, a pesar de que la deuda pública ya sobrepasa el 50% del PIB. Lo grave es que el endeudamiento no es para revitalizar el aparato productivo y generar fuentes de empleo, sino que los préstamos se toman para pagar déficit fiscal y deudas acumuladas. El país está atrapado en un círculo vicioso: toma prestado para pagar deuda y, como es natural, cada vez la deuda es mayor.

4º.- El presupuesto no responde a las que son las reales preocupaciones de la gente como es la baja calidad del sistema de salud pública, el quiebre de la producción, la inseguridad Ciudadana, el fortalecimiento de los gobiernos locales. En estos renglones básicos, las sumas consignadas suponen una reducción del porcentaje del PIB en relación al 2018. Así, en salud la partida representa el 1.89% del PIB, mientras que en el presupuesto de 2018 fue de 2.02% del PIB. Al Ministerio de agricultura le asignan el 0.31 del PIB, mientras que en el 2018 fue de 0.36%. El Ministerio de Interior y Policía pasa de 0.87 en el 2018, al 0.86 del PIB en el 2019. La PN de 0.35% pasa en el 2019 a 0.34 del PIB. Asimismo, la asignación a los ayuntamientos en este presupuesto de 2019 es de RD$17,900 millones del presupuesto lo que dista mucho del 10% que le corresponde conforme a la Ley.

Pero no hay que perder las esperanzas. Alguna vez habrá en la dirección del Estado un gobierno honesto que maneje con transparencia y pulcritud los recursos públicos y haga del presupuesto del Estado un instrumento para impulsar el desarrollo productivo, el crecimiento inclusivo y garantizar la justicia social.

Guillermo Moreno