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Agropecuaria
Agropecuaria

Integrar la producción

Lo quieren todo. No nos dejan prosperar en la agropecuaria. Mantienen subsidios elevados que la protegen y obligan al libre comercio con los bienes manufacturados en los cuales tienen todas las ventajas. La válvula de escape es la inmigración ilegal. También la taponan. El mundo está cerca del conflicto generalizado.

Filósofo, Vitriólico, ¿el mundo tiende hacia la igualdad?
—No juegues, Abimbaíto. El producto interno bruto de la República Dominicana de todo un año es de alrededor de US$90 billones. Elon Musk, el hombre más rico del universo, posee un patrimonio de alrededor de US$206 billones, 2.2 veces la riqueza anual producida por nuestro país. Los 10 hombres más ricos la superan en 13 veces.

No puede ser. ¿Es cierto que los países desarrollados conceden ayuda a los más pobres?

—Pura apariencia, para aplacar la conciencia. El género animal es poco proclive a la solidaridad, con excepciones que dignifican la estirpe. El director de la Organización Mundial de la Salud dice que “los países pobres miran y esperan la llegada de la vacuna del covid”. Los países ricos se halan la greña entre si, y la monopolizan, en una versión grotesca del sálvese quien pueda.

¿Y cómo nos afecta esa tendencia tan inquietante?

—El panorama es complejo, angustiante. Estamos en espera de la llegada de la vacuna y con restricciones al turismo, pues muchas naciones han cerrado temporalmente sus fronteras. Situación cercana al límite: o te mata el covid o la economía te descalabra.

¿Puede usted sugerir algún remedio?

—La globalización ha sufrido un duro golpe con la pandemia. A su amparo desconectamos el aparato productivo de las fuentes nacionales de materias primas e insumos (por eso hay pocos enlaces). Tenemos un aparato industrial que no se sostendría, sobretodo en zonas francas, si se cortaran las importaciones de materias primas e insumos. Y fuimos obligados al desarme arancelario como contraprestación para garantizar acceso a un mercado estadounidense amplio, pero restringido por múltiples vías, entre ellas la normativa.

Y ¿no decían que la especialización permitiría ganancias globales? Ellos en la producción de bienes de alta tecnología y servicios sofisticados; nosotros en la industria básica y en la agropecuaria.

—Lo quieren todo. No nos dejan prosperar en la agropecuaria. Mantienen subsidios elevados que la protegen y obligan al libre comercio con los bienes manufacturados en los cuales tienen todas las ventajas. La válvula de escape es la inmigración ilegal. También la taponan. El mundo está cerca del conflicto generalizado. Es una olla de presión sin espita de alivio.

Si, filósofo, pero usted oculta que nosotros tampoco hacemos lo necesario para impulsar la agropecuaria. Ellos la obstaculizan, nosotros la penalizamos. He ahí el meollo. Por lo menos disponemos de seguridad alimentaria, ¿verdad?

—No tenemos aseguradas las fuentes alimentarias de alto contenido de proteínas. La producción de cerdos y pollos es un ensamblaje que depende de la adquisición de materias primas e insumos en el exterior. Tampoco tenemos dominio de las proteínas de origen vacuno. El largo cierre de las exportaciones de carne, junto con el auge de las importaciones, ha provocado la regresión genética de las razas vacunas, con excepciones.

Filósofo Vitriólico, nos hemos globalizado en una sola vía, de afuera hacia adentro, pero todavía no se ha abierto la de adentro hacia fuera, ¿no es cierto?

—Tienes razón, Abimbaíto. Lo importante es reaccionar. Es urgente reintegrar, recomponer, unir, el aparato agropecuario e industrial. Hay que empezar por fortalecer la cadena de valor de las fuentes propias de proteína animal. Y después proseguir con las de origen vegetal.

Explíquese mejor, maestro.

—Las industrias ensambladoras de cerdos y pollos deberían abastecerse de materias primas y de insumos producidos internamente, a como dé lugar. Hay que crear asociaciones de productores, por ejemplo, de maíz y sorgo, para aproximarse a los parámetros de productividad de los países grandes. El Gobierno podría estimular esas siembras (de hecho, ya lo anunció), así como el desarrollo de insumos. Existen tierras mal aprovechadas, otras en uso marginal, a la espera de quienes las pongan a trabajar.

Y, con el ganado vacuno qué.

—La carne vacuna criolla es, en su mayoría, orgánica, sin químicos; su alimentación, el pasto. Desde hace años las exportaciones han estado cerradas por restricciones sanitarias y negligencia interna, con la consecuencia de que esas razas han disminuido su potencial. Urge restablecerlo mediante un apoyo sostenido, público y privado, a la mejoría genética y la creación de condiciones que permitan reanudar las exportaciones.

¿Eso es todo?

—El reto está en integrar la economía, multiplicar los enlaces, elevar el valor agregado. Hay miles de hectáreas improductivas y de baja productividad. Los estímulos para la siembra se han diluido. Sin rentabilidad, no hay producción de calidad. ¡Entiéndanlo! ¡Aplíquenlo! ¡Háganlo! Hay que cortar los testículos a las políticas que la erosionen. ¡Y habrá progreso!

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Eduardo García Michel, mocano. Economista. Laboró en el BNV, Banco Central, Relaciones Exteriores. Fue miembro titular de la Junta Monetaria y profesor de la UASD. Socio fundador de Ecocaribe y Fundación Siglo 21. Autor de varios libros. Articulista.