La memoria histórica de las comunidades
Cada comunidad tiene su historia; en unos casos grandiosa, heroica, bizarra; en otros con predominio de aspectos variados.
En mi pueblo de Moca podría afirmarse que se da una mezcla interesante, pues junto a la vertiente heroica coexiste la cultura del trabajo emprendedor, seco, sacudido y medido por buen cajón, que ha dado lugar al fomento de la solidaridad como atributo de los compueblanos, junto con el desarrollo intelectual y artístico.
Un pueblo sin memoria histórica vive en estado permanente de desarraigo; es como un árbol sin raíces, vulnerable al viento, que se inclina con facilidad ante las dificultades.
Ahora en mi pueblo se está tratando de concretar la ruta histórico cultural, cuyo diseño ya se encuentra bastante elaborado. Habría que instalar las tarjas que provean información en cada lugar de interés e imprimir material de apoyo para uso de los visitantes.
Pero lo que más alegra mi espíritu es la tendencia que observo, en las fuerzas organizadas de la comunidad, de dar asiento institucional a la memoria histórica del pueblo.
Así, se ha planteado crear la red de museos, que estarían integrados por los dos ya existentes. Uno del presidente constitucional Mon Cáceres Vásquez, y el otro que conmemora el tiranicidio del 26 de Julio. Y dos en perspectiva, el del presidente constitucional Horacio Vásquez y el del 30 de Mayo. El factor común es que todos están vinculados a la lucha por la libertad del pueblo dominicano. También se encuentra en carpeta el Museo del 2 de Mayo, en conmemoración del grito que inició la restauración de la soberanía.
Y es que Moca alberga una historia inigualable en defensa de los valores patrios.
Formando parte de esa red, pero en otra vertiente, estaría el museo en fase de ejecución dedicado a resaltar la cultura agropecuaria, principal base económica de la provincia desde su fundación. Y a eso pudiera agregarse, y aquí lo sugiero, el Museo de la Gente de Moca, que recoja todos los vestigios existentes desde la creación del pueblo hasta la fecha, es decir cómo vivía, vestía, se divertía, trabajaba, luchaba la gente.
Relacionado con esto, el pasado viernes, 4 de marzo, se celebró en el Teatro Don Bosco un acto que tenía dos propósitos. El primero, escuchar la interesante charla que pronunció el Dr. Wenceslao Vega, Miembro de Número de la Academia de Historia, sobre la Legislación en el Gobierno de Horacio Vásquez, 1924-1930.
La charla dictada por el Dr. Wenceslao Vega, fue breve y magistral.
Resaltó que en ese período de gobierno se aprobaron 248 leyes, algunas muy relevantes como el tratado que permitió delimitar la frontera con Haití. Otras como la de colonización de la frontera; protección a la industria local; creación de reservas forestales; prohibición de la tala de árboles de madera preciosa y de la exportación de carbón vegetal; prohibición de votar a los policías y militares; establecimiento de la escuela de agricultura; y la creación del andamiaje institucional para gestionar las finanzas públicas.
En algunas intervenciones, como la mía, se puso de relieve la conveniencia de que “fuese reeditado el libro La Viña de Naboth, que es el relato más fiel de la vida dominicana de finales del siglo IXX hasta el primer tercio del siglo XXI”.
Lo curioso es que se editan otros libros, sin la profundidad ni calado necesarios, que ofrecen una perspectiva distorsionada e interesada sobre quienes fueron los responsables del advenimiento del tirano Trujillo al poder, y así se sataniza a la víctima y se esconde y protege a los verdaderos responsables.
El segundo objetivo del acto era tomar juramento al comité constituido para trabajar en la creación del Museo Horacio Vásquez en Moca.
Y, ¡qué comité de lujo quedó formado para orgullo de nuestro pueblo!
Lo integran las autoridades provinciales, el Senador José Rafael Vargas; el Gobernador, Andrés Diloné Ovalles; el Alcalde, Remberto Cruz; el presidente de ADEPE, Félix María García; de PEDEPE, Gabriel Guzmán; del Museo Mon Cáceres Vásquez, Mario Cáceres Rodríguez; del Museo 26 de julio, María Elena de Lara; del Museo del Agricultor, Mariano García; Víctor Gómez Bergés, juez Miembro del Tribunal Constitucional; José Alberto Cruceta, Juez Miembro de la Suprema Corte de Justicia; Bruno Rosario Candelier, Presidente de la Academia Dominicana de la Lengua; Adriano Miguel Tejada, Director de Diario Libre; Carlos Salcedo, Jefe de Gabinete del Ministerio de Cultura; Manuel Cabrera, Presidente de la Asociación de Mocanos Residentes en Santo Domingo; Oscar de la Maza, Presidente de la Fundación Hermanos de la Maza.
En adición, los prestantes ciudadanos, Dr. Artagnan Pérez Méndez; Dr. Juan Alberto Peña Lebrón; Dr. Fernando Rojas Mejía; Lic. José Rafael Lantigua; Dr. Rubén Lulo Gitte; Dr. José Abigaíl Cruz Infante; Colombia Vásquez; Silverio Ferreira; y Luis Quezada.
Con ese respaldo moral, la idea de crear el Museo Horacio Vásquez en Moca por medio de una alianza público-privada, bien podría convertirse en realidad. Sea, pues, para honra de la Patria.
Eduardo García Michel
Eduardo García Michel