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Corrupción
Corrupción

¡Se buscan ciudadanos!

Se busca pues, a esa no desdeñable gran población de ciudadanos decentes, de todas las edades y cuños generacionales, que respetan la honra de nuestro país tanto como respetan la honra y honorabilidad de sí mismos...

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¡Se buscan ciudadanos!

No. No estamos hablando del que nace en determinado país, concretamente el nuestro, y por tanto se ampara en el derecho de nacimiento como automática carta blanca para usar la torva muletilla de creerse acreedor de beneficios, caridad asistencialista, privilegios, dispensas de las leyes y canonjías. No. Esta búsqueda la dirigimos al nacional ciudadano que ha desarrollado o ha sido formado en la consciencia del patrimonio histórico país-nación dominicana para la que asume fiel e inquebrantable determinación de cuidar, protegerla en su más amplio ámbito, para librarla de las amenazas a su identidad, a sus riquezas naturales, a la paz y bienestar colectivos, a su moral social, al derecho de prosperar de todos y cada uno de sus connacionales, con sano y honrado esfuerzo, respetando el derecho ajeno. Y todo ello, para enfrentar el debilitamiento de las fláccidas instituciones garantes del orden y derecho social, que han sido medradas por la pertinaz intrusión de los actores políticos partidistas dominicanos.

Los exacerbados malos ejemplos de innumerables ministrales y encargados de manejar la cosa pública, las finanzas, la justicia, la salud, las leyes y calidad ambiental en los últimos años han precipitado en culmen más reciente, un increíble comportamiento inético, con desvergonzado descaro hasta de congresistas que olímpica y alegremente admiten que ‘donde dije digo, ahora digo Diego’ contradiciéndose a sí mismos y renunciando con ostentosa inmoralidad a la confianza que le depositara la población y sus demarcaciones que les eligieron para representarlos con honradez y limpio empeño.

Se busca pues, a esa no desdeñable gran población de ciudadanos decentes, de todas las edades y cuños generacionales, que respetan la honra de nuestro país tanto como respetan la honra y honorabilidad de sí mismos, que enfrentarán y revertirán estas insultantes acciones, de conductas relativistas de ‘sí’ y ‘no’ condicionales y variables, conforme a sus esquemas de posverdad y marea de toxicidad política, conque pretenden instaurar una nueva normalidad amoral, regulada por el signo mercurial de prebendas, favores y negocios urdidos en impúdicas sombras de la distracción y secuestro de las riqueza públicas.

Así también, en esta época de nublazón política pasional se buscan ciudadanos serenos, capaces de despejar la humareda de disparos y procuren hacer ver con claridad nuestra dominicanidad, apaciguando los arrebatos, agravios, mentiras, y difamaciones proselitistas, para lograr cordura.

Se buscan ciudadanos dispuestos a levantar su voz, su inteligencia y probidad, para señalar, investigar y conducir a tribunales a las numerosas docenas de servidores públicos inexplicablemente enriquecidos, en relativamente corto período de ejercicio, algunos con fortunas escandalosamente inauditas.

Se buscan ciudadanos que no le teman a la verdad y sean capaces de liderar, o al menos seguir con criterio y firmeza a los que desensamblen la densa armazón y red de insospechado bienestar y superflua sobreabundancia de bienes y medios erigidos por miembros del sector político en el gobierno, con dilatada data en el usufructo de la cosa pública, y que han asegurado ya, larga supervivencia económica y recursos para volver a optar por nuevas futuras oportunidades electorales, en caso de perder las elecciones presidenciales venideras, así como para montar calificadas y costosas defensas legales en eventuales cuestionamientos y sometimientos judiciales.

Se buscan ciudadanos capaces de erigirse en vigías permanentes, indeclinables, insobornables, no chantajeables, ante la siempre posible incursión e intentos de estafar, defraudar, distraer fondos, bienes, recursos o realizar negocios inéticos por parte de las nuevas autoridades de gobierno electas, si resultare vencedor el candidato presidencial del principal partido opositor.

Se buscan ciudadanos en disposición de dedicarse a servir integralmente en cuerpo, mente y espíritu a las responsabilidades públicas que le sean asignadas en el período 2020-2024, con total pulcritud y profesionalidad, en pleno entendimiento de que han sido elegidos por voto popular o por el ciudadano electo presidente, para desempeñar el noble encargo y misión de lograr un país mejor, más libre, próspero, organizado y feliz.

Se buscan ciudadanos dotados de la valentía, el coraje y la rectitud de vencer la indiferencia ante lo indebido, lo mal hecho y denuncien y corrijan a los que incurran en actos dolosos, fraudulentos, en funciones públicas de todo orden, sin distingo, de amistades, relaciones, lazos familiares, vinculaciones e intereses partidarios.

Se buscan ciudadanos diputados, senadores, alcaldes, regidores, ministros y funcionarios de alta jerarquía capaces de autorregularse y aceptar rebajarse una parte de su salario, si ostentoso, como actualmente es el caso de docenas, que devengan remuneración mayor que la oficialmente recibida por el Presidente de la República y muchos más, que devengan hasta 30 ó 40 veces el salario mínimo vigente.

Se buscan ciudadanos voluntarios que, sin menoscabo de su derecho y posibilidad de una vida digna, con el mínimo de suficiencia y decoro, dediquen tiempo a construir ciudadanía, a colaborar en auxilio para labores comunitarias, formación humana, limpieza de zonas comprometidas, salud preventiva y toda forma de proveer bienestar y valor agregado a los ciudadanos y a nuestro país.

Finalmente, se buscan los ciudadanos más inteligentes, dotados y aptos, no los pícaramente más vivos y astutos, que adecenten, enaltezcan y cualifiquen más la ´res´ pública y conformen un cuerpo de servidores, congresistas, alcaldes, regidores que confieran a sus funciones el numen de excelencia y desempeño estratégico que requiere nuestro país, en esta delicada coyuntura de crisis sanitaria, economía nacional impactada y una deuda pública externa que bordea el punto de no retorno.

Uno mi modesto esfuerzo para intentar ser uno de estos ciudadanos.

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