Sobre el salario en el Gobierno Central

Para ejercer las funciones que le asignan la Constitución y las leyes, los gobiernos deben contratar policías, militares, enfermeras, bomberos, maestros, médicos, oficinistas, recaudadores, reguladores, fiscales, jueces, legisladores, secretarios de Estado, etc. Para esos miles o millones de personas que realizan tareas vitales, el salario es la valoración relativa de su trabajo. Para la mayoría, el salario es el único ingreso que reciben.

Si bien cualquier gobierno tiene suficientes recursos para pagar salarios de lujo a sus altos funcionarios, muy pocos tienen los recursos para pagar salarios de lujo a todos sus empleados. La distribución de los recursos destinados al pago de personal es una cuestión fundamental que define la eficacia de un Estado y el patrón de distribución que un gobierno postula.

En el caso de Estados Unidos, desarrollar un sistema de remuneración coherente y mantener las diferencias salariales dentro de límites económica y moralmente defendibles ha sido un tema recurrente. Habiendo importado de Estado Unidos el régimen presidencialista, parte de la organización del Estado y muchos de sus organismos y agencias descentralizadas e independientes, resulta interesante conocer como el Gobierno Federal lo ha hecho.

Como punto de partida, la remuneración de todo el personal del Gobierno Federal, desde el conserje hasta el Presidente se define por ley. Ningún Poder, organismo o entidad federal puede establecer o ajustar por su cuenta los salarios y beneficios de sus funcionarios y empleados. Los ajustes salariales, siempre modestos, son parte del ciclo presupuestario anual.

Como Jefe de Estado y de Gobierno, el Presidente siempre ha recibido la mayor remuneración. Esta es seguida de lejos por las de los presidentes del Senado, la Cámara de Diputados y la Suprema Corte. Por respeto a la jerarquía establecida en la constitución, ningún funcionario federal recibe una remuneración superior a esos dignatarios.

Segundo, todo puesto civil o militar está cubierto por una de las múltiples escalas salariales establecidas por Ley. La llamada Escala General cubre, con solo 15 niveles y 10 escalones, el grueso de los empleados civiles del gobierno. La llamada Escala Ejecutiva, con 5 niveles, cubre a los altos funcionarios designados por el Presidente. Entre esas dos, existen varias escalas para cubrir cuerpos militares, policías federales, profesionales de alto nivel, jueces, etc.

Sorprendentemente, con pocas escalas, interconectadas entre sí para garantizar la armonía salarial, el Gobierno Federal maneja los salarios de más de 4 millones de personas.

Tercero, en la Escala Ejecutiva, el Nivel I corresponde al Secretario de Estado. Salvo el Presidente y el Vicepresidente (que es el presidente del Senado) ningún miembro de la rama ejecutiva tiene más jerarquía y remuneración que un secretario de Estado. Hay 15 secretarios de Estado y seis funcionarios más incluidos en el Nivel I.

Los Niveles II y III, corresponden al secretario de Estado Adjunto y subsecretario de Estado, respectivamente. Los Niveles IV y V corresponden a otras altas posiciones estandarizadas dentro de las secretarias de Estado.

Cuarto, el Gobierno Federal tiene docenas de organismos y agencias independientes y descentralizadas. La remuneración del personal de cada una de ellas queda definida por el lugar que le asigne la ley dentro de la Escala Ejecutiva u otra escala. Por ejemplo, en el año 2000, el presidente de la Reserva Federal fue promovido del Nivel II al Nivel I. Ahora recibe de un secretario de Estado.

El superintendente de Bancos, los comisionados de Aduanas e Impuestos Internos, los presidentes de la Bolsa de Valores, Comisión Federal de Comercio, Comisión Federal de Energía, Comisión Federal de Telecomunicaciones, todos ellos pertenecen al Nivel III. Reciben el salario de un subsecretario de Estado.

Quinto, las diferencias salariales al interior de las grandes corporaciones van creciendo de manera espantosa. Sin embargo, aunque Estados Unidos tiene el salario público más desigual entre las naciones desarrolladas, la existencia de reglas respetables y respetadas ha evitado el contagio. Dentro del Gobierno Federal, salvo el Presidente, ningún funcionario recibe un salario anual equivalente a 6 veces el ingreso per capita de la nación. O a 15 veces el salario mínimo de la Escala General.

Para entender lo que está ocurriendo aquí, busque los números y comience a hacer sus propios cálculos.

Ramón Flores