Compartir
Secciones
Podcasts
Última Hora
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales
Comunismo
Comunismo

Una calumnia exitosa

Para Estados Unidos, la etiqueta “comunista”, de los años más importantes de su vida política, le hizo víctima de la Guerra Fría; en la República Dominicana, de calumnias de todo género.

Expandir imagen
Una calumnia exitosa

Hace cierto tiempo, poco antes del centenario del nacimiento de Juan Bosch, Ana Mitila Lora publicó un excelente reportaje sobre las vicisitudes y tormentos de la familia Bosch-Gaviño y sus colaterales durante la tiranía de Trujillo. Las absurdas acusaciones de la tiranía a esta distinguida familia estaban motivadas por Juan Bosch uno de los líderes más importantes del exilio antitrujillista. Esas mentiras infames nadie se las creía, pero tuvieron éxito. ¡Mentez, mentez il reste toujours quelque chose! decía Voltaire en su maravillosa lengua.

Tuvieron éxito, porque los detractores del presidente Bosch, para justificar su irresponsable golpe de Estado aquella aciaga madrugada del 25 de septiembre de 1963, acusaron a Bosch de trujillista soslayando sus 24 años de exilio y las vicisitudes y tormentos de su familia, como describe Ana Mitila Lora en su reportaje.

Los irresponsables putschistas tenían que justificar un acto ilegal contra el gobierno de un Presidente que había obtenido alrededor de 60% de los sufragios expresados en las primeras elecciones libres de la República Dominicana desde 1924. No pusieron en la balanza que Bosch, además de los tormentos de sus padres y hermanos, así como sus 24 años de exilio, por presiones de la dictadura trujillista, se vio obligado a salir de Cuba, y recurrir al asilo político en Costa Rica, Bolivia, Chile y Venezuela.

Hace poco, a pesar de que Bosch haya alcanzado niveles de santidad que su trayectoria política e intelectual merecen, leí un comentario de que su primera obra de ficción de largo aliento, La Mañosa, había sido pagada en 1936 por el Partido Dominicano (PD). Calumnia que aún tiene éxito, y que fue lanzada a la arena política por el gran poeta, y mezquino político, Tomás Hernández Franco en Juan Bosch, el cuentista del cuento (Ed. La Nación, 1944, 22pp.), en donde ataca personalmente a Bosch basándose en una carta de Bosch a Rodríguez Demorizi, Incháustegui Cabral y Marrero Aristy en la que les reprochaba sus opiniones sobre el pueblo haitiano y su adhesión a Trujillo. La dictadura publicó la carta de Bosch junto a la respuesta de los tres escritores mencionados en Para la historia: dos cartas (Santiago, Editorial El Diario, 1943, 15pp.), un folleto que la historia ha juzgado con ojos diferentes a los que pretendía la dictadura.

Hernández Franco, basado pues en una carta de Bosch a Trujillo, agradeciéndole el envío de US$100 por la publicación de su novela en junio de 1936, “revela” que en los archivos del PD se encontraban dos cheques de 500 y 1,500 pesos, del 6 de noviembre y del 21 de octubre de 1936, respectivamente, para el pago de la impresión de La Mañosa (pp.12-13). Es extraño que publicara copia de la carta de Bosch a Trujillo y no de los recibos imprecisos de la Tesorería del PD al impresor santiaguero Sánchez Andújar, propietario de la imprenta El Diario que terminó de imprimir La Mañosa, según el colofón, el 23 de junio d3 1936. En ese entonces, esa calumnia no tenía sentido, Bosch era uno de los líderes más importantes del exilio antitrujillista y, como es evidente, su novela fue publicada el 23 de junio, y los cheques son fechados unos meses después de la impresión de La Mañosa.

La mezquina, injuriosa e infundada calumnia del poeta Hernández Franco fue utilizada por los golpistas en El libro blanco de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional de la República Dominicana, un voluminoso mamotreto para justificar un acto irresponsable que, dos años más tarde, les costó a los dominicanos la segunda intervención militar, liderada por los Estados Unidos, y una guerra civil con saldo de más de tres mil muertos.

En el famoso Libro Blanco... se retomaban los “documentos” de Hernández Franco en Juan Bosch, el cuentista del cuento para denunciar al Bosch trujillista. Sabían que esa acusación no se sostenía debido a sus 24 años de exilio durante la dictadura de Trujillo y su sostenida campaña de denuncia por América Latina de los desmanes de la dictadura dominicana. Entonces, le agregaron la de “comunista” que llamaba la atención del vecino del norte temeroso de una segunda Cuba en sus narices.

Los golpistas, con su calumnioso Libro blanco... buscando el reconocimiento de Estados Unidos le allanaban el terreno a la intervención militar del 28 de abril de 1965. Comunismo y anticomunismo fueron una suerte en la dilatada carrera política de Bosch. En Cuba, al inicio de su exilio, fue objeto, a pesar de nunca haber tomado posición al respecto, de la acusación de anticomunista por los seguidores de esa doctrina, y la de comunista que, con insistencia, le hacía el dictador Rafael Trujillo desde la República Dominicana. Sin embargo, aunque parezca contradictorio, fue la acusación de comunista la que tuvo éxito, y sirvió de argumento, además de la de “trujillista”, a los militares dominicanos que derrocaron su Gobierno en 1963.

La infundada acusación de Trujillo, de que Bosch era comunista, fue utilizada durante la campaña electoral de 1962, ni los argumentos de Bosch ni el reconocimiento explícito del padre Laútico García, en el histórico debate de diciembre de 1962 de que Bosch no era comunista, no detuvieron el golpe de Estado. Juan Bosch justificó, siempre, ante la Nación y los altos mandos militares, su apego a favor de la libertad de expresión. Para Estados Unidos, la etiqueta “comunista”, de los años más importantes de su vida política, le hizo víctima de la Guerra Fría; en la República Dominicana, de calumnias de todo género.

TEMAS -

Diplomático. Escritor; ensayista. Academia Dominicana de la Lengua, de número. Premio Feria del Libro 2019.