Espejo de papel. - Botella química
El Chato habló por boca de ganso y se equivocó. Un mal olor pudo, lo que los intereses creados no pudieron. Fernández Zucco, que no era del agrado ni de los Tirios ni de los Troyanos, fue ingenuo al servir información brindada por el enemigo. El sentido de un acontecimiento, a menudo, lo descubre el tiempo. El escape de mercaptano remeda aquellas botellas químicas usadas por los estudiantes, para interrumpir clases aburridas. Desde la Refinería alguien lanzó una, al amplio salón de la nación. El Gobierno sacrificó al menos culpable. Falta el que lanzó el gas y escondió la mano.
homerofigueroa@hotmail.com
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Diario Libre
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