Hipólito no deja de ser el mismo
El ambiente de ayer en la tarde en Villa Juana, donde Hipólito Mejía activaba dando calor a sus seguidores, era completamente festivo, un jolgorio. La algarabía era contagiosa a lo que contribuía que el “Guapo de Gurabo” estaba de buen ánimo, al punto que al arribar sudoroso al antiguo local del sindicato de trabajadores de la CDE se secó con un paquete de servilletas y se lo lanzó a un grupo de mujeres. Mejía rió a carcajadas cuando la maestra de ceremonias presentó a su hija Carolina como candidata presidencial para el 2020.
Diario Libre
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