Este país se ha vuelto una porquería

Las calles y calzadas siguen llenas de basura, los asesinatos aumentan día tras día, los escándalos no dejan dormir tranquilo, ni descansar. Es cierto que la basura se recoge cada día, pero hay gente que la tira a cada hora y vasos plásticos, botellas, papeles y mucha porquería sigue en las calles a cada hora. Los alcaldes no dicen por los periódicos, por voz cantante en los vehículos, ni en las radios y TV que eso puede ser multado. Los perros se cagan por donde quiera y las calzadas están hediondas. ¡Oh mi Dios...!

Y los asesinatos son con ganas y con desgana. Tiran policías, hombres y mujeres, y hasta menores de edad, a quien creen que les ha hecho algo negativo y tiran también a diestra y siniestra sin saber a dónde va la bala. Un ejemplo es el de la señora Yapor, que nos ha dolido a todos, como también nos ha dolido la violación a una señora muy mayor, a una niña, y sabrá Dios a cuántos más. Pero no se dice en voz muy alta, desde la escuela, desde el gobierno, desde la policía, desde los sindicatos, desde los diputados y senadores, y de todo el que tenga dónde hablar y porqué hablar, que si se hace eso es una perdición y que la cárcel los amarrará como a un loco-delincuente.

Los que usan drogas son otros asesinos, ladrones y sabrá Dios cuántas cosas más infames hacen para comprar esa porquería. Hay que decírselos desde niño, en las escuelas, en las iglesias, en los hospitales y donde quiera que se encuentren que la droga es fatal. Es que ya los dominicanos no podemos salir a las calles después que comienza la noche, ni con una cartera a pleno día, ni un celular, ni un collar, ni unos bonitos aretes. Los drogadictos te arrancan todo, hasta si andas bien vestido, para hacer su “comunión”.

Por eso no entiendo que no se diga de voz en cuello por TV, radio, periódicos y los que predican en las calles y en las iglesias, que no se puede hacer lo que se ha hecho o de nuevo se quiere hacer. Sé que eso “matatanes” no leen periódicos, ni ven noticias en TV, ni las

escuchan por la radio, pero si se les dice en anuncios de voz y escrito en las esquinas, quizás se tenga un poco de virtud.

Ligia Minaya