Ethel Krauze retoma a sus "Mujeres en Nueva York"

MÉXICO. Cuatro mujeres mexicanas hacen el viaje de sus sueños a Nueva York, donde se detienen en cada tienda y en cada sitio turístico. El retrato parece muy natural, muy contemporáneo, hasta que salta a la vista el detalle de que las Torres Gemelas siguen de pie.

Se trata de la novela de Ethel Krauze, reeditada más de 20 años después de su primera publicación.

"No tienes idea de cómo siento que en este momento es cuando les tocaba vivir realmente", dijo la autora en una entrevista telefónica reciente con The Associated Press. "Siento que se adelantó a su época y que es ahora cuando el horno está realmente caliente y preparado para una novela como esta".

De hecho, la edición de Punto de Lectura, disponible en formato físico y digital, no cambió en nada con la publicada en 1992, incluyendo algunas palabras en inglés que están repartidas por sus capítulos sin traducción o notas al pie.

"Cuando yo releí la novela, vimos, junto con los editores, que es como si la hubiera escrito en este momento. Y así sentí no sólo la temática, sino su técnica literaria y su estructura literaria. No está bien que yo lo diga, pero te lo confieso, me sorprendí, porque ya con 20 años más de madurez literaria, dije 'yo la firmo ahorita tal como está''', señaló la también autora de "El instante supremo".

La particularidad es que en la primera parte cada una de las amigas, y una conocida estadounidense de raza negra que las pasea por Nueva York, narran en primera voz diferentes días del viaje. En la segunda un narrador sigue retratando, en tercera persona, lo que les ocurrió tras el viaje.

Las chicas de Krauze tienen entre 38 y 51 años, todas trabajan, pero en cuestiones de amor siguen tratando de descifrar la fórmula, ya que dos están divorciadas y las otras dos no contemplan casarse. Quizá el ejemplo más claro es el de Julia, una agente de viajes exitosa que a sus 40 años busca probar suerte con su novio de Nueva York.

"¡Qué barbaridad! El personaje de Julia yo creo que es un personaje que representa a la gran mayoría de mujeres de 40 años actualmente, están en esa interdicción de haber persistido en una especie de adolescencia tardía y que se enfrentan de repente a que están cumpliendo 40 años y no han tomado la decisión de tener un hijo o no, y por qué, o para qué", dijo Krauze.

Amaranta, una psicoanalista "que siente que está como un paso adelante" de los demás, según Krauze, vive a la expectativa de lo que dirá su amante, un hombre casado y con hijas.

"Yo creo que Amaranta representa algo muy típico de la mujer contemporánea, que ella piensa o siente que ha encontrado una manera de ser ella misma pero que realmente todavía tiene atados los fantasmas de los roles de la mujer".

El viaje resulta una bomba, ya que las envidias salen a relucir cuando Mara comienza a atacar a Trini por un novio que, según ella, le correspondía.

"Lo que finalmente se ve es que no hay una fórmula, cada una de esas mujeres tiene su lado virtuoso, su lado donde ha encontrado una manera de estar en el mundo, pero tiene su lado obscuro, su lado un poco no resuelto, y eso me parece atractivo", dijo a autora, que planea reeditar el próximo año su novela "Infinita", en la que aborda el tema de la homosexualidad femenina.

Krauze ha tenido respuestas positivas entre los hombres con "Mujeres en Nueva York", pues les atrae conocer el tras bambalinas de las mujeres tal y como lo presenta.

"(Uno) me comentaba que él ha viajado con amigos e incluso así compartido un cuarto con varios amigos, que van de trabajo, y que jamás ha pasado una cosa parecida, nunca", dijo.

En la novela el psicoanálisis tiene un peso mayor al que actualmente tiene en la vida de la misma autora.

"Pasé por el psicoanálisis en la época en la que estaba de moda", dijo Krauze (Ciudad de México, 1954). "Se consideraba que era una vía muy moderna y muy adecuada, cosa que actualmente ya no pienso así".