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La amistad ayuda a vivir

La solidaridad que presentan los amigos y las amigas es maravillosa. Te escuchan y aunque no estén de acuerdo con lo que dices, se quedan callados. Aunque también hay amistades que opinan lo contrario a lo que dices. Por ejemplo, si comentas que tienes algo que te duele y tomas tal o cual medicina, ellos te dicen que tienes que tomar otra cosa e ir a otro médico. Esos, aunque son amigos y amigas, debes escucharlos y callar. Porque los verdaderos amigos y amigas, sin opinar sobre lo que dices, llenan los vacíos de tu soledad, alivian tu tristeza y con su actitud ayudan a resolver tus problemas. Ellos y ellas son las personas en quien puedes apoyarte y comparten tu alegría y tu tristeza. Muchas veces te sientas a su lado, cuentas un chiste, te tomas un cafecito, le dices que viste tal o cual película y compartir un día a día, es lo mejor. Algo que también ayuda a vivir.

Además, lo mejor es acostarse, relajar el cuerpo en el colchón, no importa que sea una colchoneta, lo que va a la felicidad es que el cuerpo esté cómodo. Nada como que las nalgas, la espalda, los muslos, hagan tus cuidados, y ni hablar de una sabanita suavecita, desteñida, con mil lavadas y que envuelva tu cuerpo con cariño. Hace unos días me desperté a las cinco de la mañana y me dije: ¿y qué vas a hacer a esta hora? Me levanté, fui al baño, hice pipí y volví a acostarme, abracé las almohadas (duermo con cuatro almohadas), respiré despacio e iba pensando lo bueno de la vida, eché a un lado los temores, penas y dolores, y volví a dormir.

Por eso vuelvo y repito que los amigos y las amigas ayudan nuestra vida. Lo peor es tener enemigos, siempre habrá alguien que quiera hacerte la vida imposible, que te insulte, que hable mal da ti, pero aunque eso haya sucedido algunas veces no haga enemigos. Los dejos a un lado, le das la espalda y trata de no verlos nunca más. Yo sigo queriendo a mis amigos y amigas y a ninguno les cuento lo que me ha pasado con algún “matatán”.

Por eso, vuelvo y repito que tener esos amigos y amigas con quien compartir un día, salir a caminar y tener algo en común, es lo mejor de la vida.

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