Las cosas que nos ayudan a vivir

No todo en la vida es bueno o es malo. A veces dependen de uno mismo o de la solidaridad de un amigo, una amiga, que nos ayudan a vivir. Alguien que nos dice lo que no es, que conversa a su modo lo que algo nos pasa es casi un enemigo de nuestra vida. Si hay algo que nos ayuda a vivir es tener un espacio solidario y arroparlo dentro de nuestra alma para que nadie se lo robe. En la vida hay de todo: unos que solo saludan, otros que te caen bien y algunos que se han ido pero siguen en tu mente.

Solo otros y otras que se dicen ser amigos y amigas y solo te llaman para pedirte algo, que lo lleves allí, que le compres esto o lo otro, o para solo contarte cada vez lo malo que les pasa, son personas que hay que verlas desde lejos. Muchos con sus enfermedades te llenan el tiempo, algo para desahogarse. No es malo, lo que sí es que no te llaman para otras cosas.

Vivir tiene sus tiempos malos, buenos, regulares, que tú los hace o que otros te los regalan. Un espacio bueno de la vida es caminar por algún lado, de aquí para allá y de allá para acá; dormir una siesta, beberse un cafecito, ver una novela, escuchar música, comerse una buena comidita, etc, etc, etc...

Y digo todo esto porque una amiga me contaba todo lo mal que había pasado y era la balanza de uno de sus hijos. Pero al ir al psicólogo este le dijo que olvidara ese envío negativo y trajera a su vida todo lo bueno que tenía en su pasado, presente y futuro.

Si se tiene hartura de la vida, es otra cosa. Es posible que se mate a sí misma, se tome un veneno y se tire al mar. De eso se oye a cada raro. Pero es preciso recordar que la vida tiene muchas cosas buenas, malas, regulares y desconocidas. Siempre habrá cosas que nos ayuden a vivir o que nos ayuden a irnos de la vida.

Cada quien lo suyo, lo de otros, y al fin y al cabo, la vida es mucho, a veces poco y algún día nada.

Ligia Minaya