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Narrativa USA del golpe de septiembre (1)

[Lo que sigue es una descripción narrativa de los hechos ocurridos entre el 2 y el 28 de septiembre de 1963, o sea, antes, durante y después del golpe de estado al gobierno presidido por el profesor Juan Bosch, electo libremente el 20 de diciembre de 1962. Está basada en su totalidad en los telegramas, reportes y notas elaborados por la embajada de Estados Unidos en Santo Domingo y otros organismos del gobierno USA e intercambiados entre los mismos durante ese período, documentos ya desclasificados por el gobierno norteamericano y recientemente publicados por el historiador Bernardo Vega como addendum de su libro “Kennedy y Bosch”, publicado en 1993 y reeditado este año. El autor de Raciones de Letras integra a esta narrativa sus comentarios y anotaciones en los textos entre corchetes. Esta es la historia desconocida hasta ahora en sus principales detalles de lo sucedido en torno al golpe septembrino hace 54 años.]

Para el 2 de septiembre de 1963, veintitrés días antes del golpe, las relaciones entre el presidente Bosch y la cúpula dirigente de su partido estaban profundamente alteradas. En esa fecha, el embajador norteamericano John Bartlow Martin informaba al Departamento de Estado que Angel Miolán, entonces secretario general del PRD, le había comunicado que existían “pequeñas diferencias” con Bosch, que el partido se mantendría inactivo hasta las elecciones municipales de 1964 y que los perredeístas no conseguirían más puestos en el gobierno. El propio Miolán calculaba que el PRD apenas ocupaba –después de seis meses de gobierno- entre 7 y 10 mil empleos de los 42 mil que tenía el gobierno. Miolán incluso había ofrecido irse del país, pero el partido lo había rechazado. [¿Desconfiaba Bosch de Miolán, quien tenía la estructura partidaria en sus manos? ¿Temía Bosch que el control de la administración pública quedase en manos de su secretario general, quien no tenía cargos en el gobierno? ¿Aspiraba Miolán a sustituir a Bosch en el futuro? ¿Deseaba Bosch gobernar sin ataduras partidarias en un momento en que muchos en la oposición creían que Miolán era comunista? El rompimiento entre ambos líderes fue, desde ese momento, definitivo. Miolán no volvió al lado de Bosch jamás. No existen pruebas sustanciales de que movilizase al partido para defender a Bosch una vez este fue destituido.]

Ya en ese noveno mes del año eran ostensibles las manifestaciones de la oposición, con ataques radicales contra el gobierno de Bosch. Para entonces eran habituales las intervenciones críticas de Juan Isidro Jimenes Grullón, Rafael Bonilla Aybar, Viriato Fiallo y Mario Read Vittini. El embajador Martin consideraba que la trilogía Fiallo-Read-Jimenes era clave en el discurso oposicionista.

Dos días después, el 4 de septiembre, es el Secretario de Estado Dean Rusk quien se dirige desde Washington al embajador Martin para informarle sobre el intento de compra de aviones de confección británica (los Hawker Hunters) por parte de la Fuerza Aérea Dominicana. Comunica que esa compra afectaba los intereses norteamericanos y advierte que podría haber una “posible corrupción” de altos oficiales de esta área militar. [Bosch nunca estuvo de acuerdo con esta adquisición y era muy zorro para saber que había gato entre macuto. Por eso le dio largas al tema, mientras EUA se movía para detener la operación en la que tuvo especial protagonismo una de las dos principales cabezas del golpe. El general Atila Luna, jefe de la Fuerza Aérea, estaba tan decidido a llevar adelante la operación que incluso se permitía ripostar los cuestionamientos de los agregados militares USA en Santo Domingo. En un momento le importó levantar los hombros cuando los agregados norteamericanos le dieron a entender las implicaciones de esta compra. Los militares gringos lo acusaban ante el Departamento de Estado de “usar tácticas de chantaje” contra la misión norteamericana. Creían que Bosch apoyaba a Atila en sus propósitos, lo cual era falso. También Martin lo creía.]

El 9 de septiembre, el Departamento de Estado le informa a Martin que se había entrevistado al ex presbítero Zenón Castillo de Aza [Es probable que la información le hubiese sido suministrada por la CIA, cuyos agentes pudieron haber realizado la “entrevista”] Castillo de Aza informó haber recibido instrucciones de un primo de Ramfis, José Trujillo Nicolás, para que contactara a Rodríguez Echavarría quien trabajaba, según el informe, en un plan para asesinar a Antonio Imbert Barrera y tumbar a Juan Bosch. Castillo de Aza y Rodríguez Echavarría fueron luego socios en una fábrica de ropas en Nueva York [¿Cuál de los dos Rodríguez Echavarría era el de la trama: Pedro Rafael Ramón o Pedro Rafael Santiago, Chaguito?] El complot tenía el respaldo de Ramfis y Petán, y Rodríguez Echavarría le informó a Castillo de Aza que buscara apoyo en Centroamérica, que entrara a República Dominicana por Haití para que tomara el control del nuevo gobierno junto al general Mélido Marte y Máximo Bonetti. Castillo de Aza lo que hizo fue informarle por carta al general Imbert del complot que se fraguaba y también lo hizo con el embajador de Bosch en Washington, Enriquillo del Rosario. Imbert le entregó, vía el cónsul en Nueva York Vinicio Domínguez, 600 dólares para que siguiese el plan hasta ver dónde llegaba. Castillo de Aza tuvo contactos con civiles y militares en Puerto Rico, Miami, El Salvador y Nicaragua, donde intentó en vano obtener el respaldo de los Somoza. Comprobó, con nombres y apellidos, que había varias personas comprometidas con el complot. Un puertorriqueño, Miguel Quiñones, era la persona contactada para asesinar a Bosch. Nunca llegó a Haití [presumiblemente por el tema Bosch-Cantave y la amenaza de Bosch contra Duvalier, que estaba al rojo vivo en ese momento.]

[Zenón Castillo de Aza (Papito) fue un sacerdote claretiano, oriundo de Higüey, que propuso que a Trujillo se le concediera el título de Benefactor de la Iglesia, lo que originó serias controversias con la jerarquía católica que se resistió a otorgar la distinción que, además, Roma negó categóricamente. Castillo de Aza fue diez años después de estos acontecimientos, director de prensa de Radio Clarín, en Santo Domingo, propiedad del general Neit Nivar Seijas y Salomón Sanz. Mantuvo su fidelidad trujillista. Era un hombre educado y cortés que mostraba en su temperamento apacible su formación sacerdotal. Ahorcó los hábitos, casó y tuvo dos hijos. El mayor de ellos es hoy presidente de una reconocida entidad bancaria. Fue mi primer empleador cuando me establecí en Santo Domingo y solía contarme anécdotas relacionadas con la Era de Trujillo. Nunca hasta ahora se sabía que fuese, como parecen revelar los documentos del Departamento de Estado, un informador de los organismos de inteligencia de Estados Unidos. Padeció Alzheimer y murió a los 80 años de edad en julio de 2007.]

El 13 de septiembre Bosch sale hacia México invitado por el presidente Adolfo López Mateo. Pero, días antes de su salida, se ampliaba el tema anticomunista. Los Estados Unidos querían que Bosch repatriase a los dominicanos que residían en Cuba, lo que se dificultaba –decía Bosch- por la ausencia de relaciones diplomáticas entre ambos países. Había un comité para esos fines, y Bosch dijo a Martin que confiaba en dos de sus miembros para esa labor, en Raúl García Rivas y en Enrique Cotubanamá Henríquez, uno de los fundadores del PRD, quienes residían en La Habana. Para esas fechas, el presidente de Venezuela, Rómulo Betancourt, manifestaba preocupación ante los norteamericanos por la tolerancia de Bosch con los comunistas y justo el día previo a su partida a México, Bosch recibió un ultimátum del grupo anticomunista que amenazaba con tomar medidas “apropiadas, eficientes y definitivas” si el presidente dominicano no actuaba contra los marxistas, según informó Martin el 12 de septiembre a Dean Rusk.

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