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Terapias
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Respirar ayuda el alma

Comparto esto con mis lectores y lectoras porque todos tenemos momentos en nuestra vida que pueden llevarnos a problemas emocionales o de salud. Lo que hay qué hacer: Tomar unos minutos para nosotros mismos, tranquilos y relajados, haciendo un ejercicio respiratorio, lo cual nos ayudará a seguir viviendo con tranquilidad e ir dejando a un lado las preocupaciones que no tienen soluciones inmediatas.

La importancia de la respiración cuando es menor entra cuando hay una preocupación, la cual es como una nube negra que envuelve la mente. Por lo cual, respirar despacio, con toda dedicación a eso, hace una gran borradura al estrés. Es posible que algún problema nos deje de respirar por dos segundos, pero pasado ese tiempo, hay que respirar. Esto lo he leído en un libro de terapia y quise compartirlo con ustedes.

Se dice que sentarse con la espalda erguida, poner las manos abiertas sobre las rodillas, cerrar los ojos e inhalar lento y profundo hasta que la respiración llegue a los pulmones y se llenen de aire, contar hasta cinco y exhalar lento por la boca, hacerlo tres veces, abrir los ojos lentamente, así se llega a la serenidad. Repetirlo a diario, crea un buen humor.

La respiración correcta ayuda la presión arterial, mejora el sueño y la digestión, alivia la tensión molecular y ayuda la memoria. Y para hacerlo hay que buscar un lugar cómodo y tranquilo, inhalar lentamente, frotarse las manos, ponerlas debajo del ombligo, abrir la boca ligeramente, todo esto en un par de minutos.

Los dolores de inquietud vienen siempre, sin que uno los espere; el corazón palpita, hay llanto, deseo de morir, irse lejos y deseos de cambiar su estilo de vida con rapidez y sin ternura. Es que resulta imposible que amarremos al lado del corazón los momentos infelices para continuar viviendo a cada hora, cada día y año tras año.

Hay que enviar a un pozo de fondo a quien le trae esas calamidades. Puede hacerlo en su patio, en su jardín, en su cama, en una mecedora o donde más le convenga.

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