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Yo misma fui mi ruta

"Tú eres dama casera, resignada, sumisa, atada a los prejuicios de los hombres; yo no; que soy Rocinante corriendo desbocado, olfateando horizontes de justicia de Dios. / Tú en ti misma no mandas; a ti todos te mandan, en ti manda tu esposo, tus padres, tus parientes, el cura, la modista, el teatro, el casino, el auto, las alhajas, el banquete, el champán, el cielo y el infierno, y el qué dirán social. / En mí no, que en mí manda mi solo corazón, mi solo pensamiento, quien manda en mí soy yo"

Julia de Burgos (poeta puertorriqueña)

Y las cosas son así. Muchas mujeres, casi todas, se dejan arrastrar por la moda, la delgadez suprema que es lo que va ahora, lo que publican las revistas, por el qué dirán, por la obediencia sin límites al marido y hasta por lo que quieren los hijos, y así se les va la vida, que es una sola, en resignación, sumisión, silencios y prejuicios. Es increíble que después de tanto luchar por la igualdad, por la libertad femenina, tantísimas mujeres se dejen llevar por lo que quieren los hombres. Incluso, usando el apellido del marido, aún después de muerto. ¡Válgame Dios! En la novela de Ángeles Mastretta "Arráncame la Vida", Catalina, cuando el marido le pide que use su apellido, le contesta: ¿Y por qué no usas el mío? Y hay que señalar que en República Dominicana no hay ley que diga que se debe usar ese apellido. La cosa viene de cuando la mujer no tenía derechos ni para sonreír, solo era cocinar, limpiar la casa, atender a los niños, lavar, planchar e ir a misa ¿Y ahora? Ya me dirán ustedes.

Una vez, en la antesala de un médico, la señora dio su nombre a la empleada, y ella busca que busca en el archivo y no encontraba nada. ¡Pero señora, yo sé que usted ha sido paciente por años del doctor, pero no encuentro nada. Es que me divorcié y ahora uso mi apellido, dijo la infrascrita. A mí me dio tanta risa, que tuve que salir. Por eso, este poema de Julia De Burgos (que no es el apellido del marido) da para la reflexión. Si te divorcias, pierde. Y pierdes hasta los bienes que has ayudado a fomentar y de los que hace gala. Tienes que pelear hasta el máximo para conseguir algo ¿Y entonces? ¿No sería mejor ser tal cual eres, quizás con unas libritas de más, usando la ropa que te gusta sin tener que obedecer al famoso modisto de las revistas, sin joyas caras (que ahora no se pueden usar sin que aparezca un tiguere y te las arranque) y haciendo lo que te place?

"Yo quise ser como los hombres quisieron que yo fuese: un intento de vida; / un juego al escondite con mi ser. / Pero yo estaba hecha de presentes, y mis pies planos sobre la tierra promisora, / no resistían caminar hacia atrás, y seguían adelante, burlando las cenizas para alcanzar el beso de los senderos nuevos."

Y Julia De Burgos no es de estos tiempos, donde otras tantas mujeres se enardecen con el libertinaje. No. Ella lo que propone con este poema es que la mujer sea quien mande en sus acciones, quien dirija su vida, quien tenga sus proyectos, que no se deja llevar por el qué dirán, y que hable, que diga lo que le gusta y le disgusta. Y que si encuentra un violento, digo yo, que lo eche a un lado. Si hay algo que no entiendo es a la mujer sumisa. Denver, Colorado

¿No sería mejor ser tal cual eres,

quizás con unas libritas de más,

usando la ropa que te gusta sin tener que obedecer

al famoso modisto de las revistas,

sin joyas caras y haciendo lo que te place?