Ruido, ruido, ruido
El ruido altera la tranquilidad de los habitantes
Ruido, ruido, ruido
Vivo en el sector de Piantini, en la calle José Ma. Escrivá. Sucede que en la Gustavo Adolfo Mejía Ricart, casi esquina Manuel de Js. Troncoso, calles estas vecinas a la nuestra, hay un restaurante que algunos días de semana y fines de semana pone la música tan alta que los que vivimos cerca podríamos bailar con ella. Tiene ya años, hemos llevado cartas, llamado al 911, a la Policía y todo ha sido inútil. No nos oponemos a que los restaurantes tengan música. El restaurante podría tener su música en espacio cerrado, y solo para su clientela. Le pido que agregue esta carta a la lista de quejas que ya usted tiene, a ver si se logra algo.
Marta Auffant de Messina
Su artículo titulado “El ruido”, retrata claramente una situación que estamos viviendo muchos ciudadanos. Es el caso de nuestra urbanización La Zurza II, ubicada en el área monumental de Santiago de Los Caballeros. Los ciudadanos nos vemos impotentes, ya que la unidad Antiruido no contesta nuestras llamadas y cuando lo hace, simplemente no accionan contra el perpetrador. En nuestro caso particular tenemos un sujeto que se instaló en un local simulando ser un restaurante pero lo que ha instalado es una discoteca del tipo Rancho Típico. Su alto volumen ha motivado a los demás establecimientos comerciales de la zona a subir el volumen de su música. Es inconcebible que en una zona tan emblemática y justo en frente al Gran Teatro del Cibao se esté dando esta situación. Pero tal como usted expone nadie quiere hacerse el malo o simplemente vamos a ser tolerantes porque estamos en tiempos navideños.
José Elías Tejada