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El muro

El muro no será capaz de detener la inteligencia humana

Hay mucha gente contenta con el anuncio del presidente Luis Abinader de la construcción de un muro fronterizo con Haití. Tiene lógica, pues es una movida política inteligente, además de que algún efecto práctico tendrá y, de paso, hará muy millonario a quien se encargue de su construcción, un asunto manejado como secreto de Estado.

He recorrido la frontera de cabo a rabo en dos ocasiones y he viajado en otras tantas por sus lares para diferentes tareas. Por allí he aprendido que en Santo Domingo tenemos una perspectiva un tanto distorsionada de la realidad fronteriza, por lo que, a quienes han puesto su total esperanza en detener la migración ilegal con este mecanismo, les doy la mala noticia de que esta no será la solución definitiva que tanto añoran.

Para comenzar, la verja no es un asunto nuevo, pues su construcción se inició con el presidente Danilo Medina en el poder. Se levantaron 23 kilómetros y durante esta gestión se han añadido unos pocos más en las localidades de Jimaní y Elías Piña. El nuevo ingrediente de Abinader estriba en extender el muro hasta 200 kilómetros y dotarlo de tecnología que permita detectar irregularidades, como ocurre en las fronteras de México y Estados Unidos o la de Israel y la Franja de Gaza.

Como ha pasado con esos dos ejemplos, el muro no será capaz de detener la inteligencia humana, menos cuando está comandada por la necesidad y el comercio primitivo. Sí les hará la vida más complicada a quienes se dedican a ese negocio, pero no los podrá detener completamente por una simple razón, las fronteras tienen una dinámica propia, distinta al resto de los países que involucran, y nos daremos cuenta, muchos millones de pesos después, de que no pudo detener lo que tanto se busca.

El muro no hará su trabajo mientras los militares y otros funcionarios en la frontera acepten trabajar con los mercaderes haitianos para pasar gente o mercancías de forma ilegal. Es una frontera amplia, con lugares remotos y posibilidades de dar pie a la ilegalidad muy fácilmente. Esa es la dura realidad, sé que puede molestar, pero así es, así que no nos deslumbremos prematuramente.

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Periodista puertorriqueño y Subdirector de Diario Libre. Ganó el Premio Nacional de Literatura Puertorriqueña, Categoría Periodismo, en 2018, por sus columnas en el periódico El Nuevo Día, del cual fue Director Asociado.