Benjamín Morales Meléndez
Hambre a la vista
La guerra en Ucrania encamina al mundo a problemas de alimentación de alto nivel.
La posibilidad de que un acuerdo sea concretado entre Rusia y Ucrania para detener la invasión rusa a su vecino país se hace urgente, por diversas razones, comenzando por el drama humano que allí ocurre y terminando en un escenario de hambre global que se perfila a lo lejos.
Nos centraremos en el segundo punto, en la posibilidad de que una hambruna recorra el globo a velocidad infernal. ¿Es una exageración? No lo creo.
El diario The New York Times publicó cifras que son alarmantes sobre el impacto del conflicto en la producción global de alimentos. Según esos datos, “Rusia y Ucrania representan el 30 % de las exportaciones mundiales de trigo, el 17 % del maíz, el 32 % de la cebada y el 75 % del aceite de semilla de girasol. Rusia también exporta alrededor del 15% de los fertilizantes del mundo”.
Cuando se le quita a la cadena de producción de alimentos esas cantidades de materia prima, pues cada uno de esos productos, además de alimentos en sí, son materia prima, el descalabro es inmediato.
Según el periódico, “desde que Rusia invadió Ucrania, los precios del trigo aumentaron un 21%, la cebada un 33% y algunos fertilizantes un 40%.
La ONU dijo que el impacto de la guerra en el mercado de alimentos podría causar que entre 7.6 millones y 13.1 millones de personas pasen hambre”.
La guerra, por lo tanto, hay que detenerla lo antes posible, porque al final los platos rotos los acaberamos pagando nosotros. El trigo, el maíz, la cebada y el aceite de semilla de girasol se usan de diversas formas en los alimentos de la canasta básica, sobre todo, en los envasados y preparados, así que saque las cuentas.
¿Cuánto subirá la harina de trigo si el 30 % de la producción global no está presente? ¿Cuánto incrementará el aceite y la harina de maíz? ¿Subirán la cerveza y los cereales sin el 32 % de la cebada? ¿Cómo se afectarán los precios del aceite de girasol y los productos que lo usan como conservante? Y coronemos eso con el aumento en costo de los fertilizantes.
No está fácil, hay que parar la guerra, no queda otra.
Benjamín Morales MeléndezPeriodista puertorriqueño y Subdirector de Diario Libre. Ganó el Premio Nacional de Literatura Puertorriqueña, Categoría Periodismo, en 2018, por sus columnas en el periódico El Nuevo Día, del cual fue Director Asociado.
Continuar con Google