El ministro

Un amigo llegó a la oficina de un ministro y le descargó un arma de fuego encima. Suena increíble, pero así pasó. 

El ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Orlando Jorge Mera, fue asesinado en su despacho por una persona que se supone era de su total confianza, el empresario Fausto Miguel de Jesús Cruz de la Mota.

¿Qué habrá pasado? 

Esa es la pregunta inevitable que todos nos hacemos, no hay que ser hipócritas. Las teorías de conspiración corren como la pólvora, la mayoría sin bases claras. 

Sé de buena tinta que el empresario y el ministro eran muy cercanos, como sé también que últimamente las cosas no andaban bien entre ellos, aunque desconozco la causa concreta. 

Evidentemente las razones fueron de tal fuerza que el empresario llegó a la oficina del ministro y le pegó siete balazos, así, a quemarropa, lo que causó tremendo desmadre en las instalaciones del ministerio. Entonces viene la otra pregunta: ¿cómo este hombre entró armado a la oficina de un ministro?

Para esa la respuesta es menos compleja y se vincula a una cultura de confianza extrema y a la prepotencia de un sector de la población que piensa no tiene por qué cumplir con las reglas de juego y a otro grupo que los exime de sus deberes por ser “amigos o como hermanos”. 

El asesinato del ministro describe al dedillo, igualmente, la decadencia de un sistema en el cual cualquiera se siente con el poder de quitarle la vida al otro sin importar la circunstancia ni el mensaje social que sus actos representan.

Esto que ha pasado es horrible. No tiene otra descripción. Nunca conocí al ministro. Lo tenía en agenda, de hecho. 

Me dicen que tenía un genuino interés por cambiar las cosas. Ese puede ser un interés peligroso, en un país donde los mejores amigos te pueden quitar la vida.

Benjamín Morales Meléndez

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Periodista puertorriqueño y Subdirector de Diario Libre. Ganó el Premio Nacional de Literatura Puertorriqueña, Categoría Periodismo, en 2018, por sus columnas en el periódico El Nuevo Día, del cual fue Director Asociado.