Ni los piden ni se los llevan...
Habrá que asegurar mejor las lisas en el 2013...
Después de años exhibiendo a Amable en la vitrina de los malvados, al final habrá que resignar tanto afán, pedir perdón y levantar un monumento en su nombre.
Sus virtudes políticas y administrativas no merecen menos, puesto que nadie manejó millones con mayor pulcritud ni favoreció tantos pobres en sus momentos de poder.
La cuestión sería otra: ¿Hotoniel Bonilla o Francisco Domínguez Brito, pues no hay dudas de que uno buscó poco y el otro encontró más de la cuenta?
Aunque quien tuvo razón fue Pedro Infante cuando cantaba Qué Murmuren e imponía como una verdad que se comprueba a diario que "el agua se aclara sola, al paso de la corriente".
Lo mismo que con los generales y el actual ministro de las Fuerzas Armadas, que reivindica su buena fama y lo hace sin que nadie le replique a conciencia.
Rumores de que pidieron, rumores de que se llevan, y al final del día ni pidieron y mucho menos se llevan a los sentenciados de la calle.
Estos son algunos de los resultados del 2012, y posiblemente en el 2013 haya que agarrar mejor, pues son muchas las lisas que se van escapando después de creerse que estaban seguras.
Después de años exhibiendo a Amable en la vitrina de los malvados, al final habrá que resignar tanto afán, pedir perdón y levantar un monumento en su nombre.
Sus virtudes políticas y administrativas no merecen menos, puesto que nadie manejó millones con mayor pulcritud ni favoreció tantos pobres en sus momentos de poder.
La cuestión sería otra: ¿Hotoniel Bonilla o Francisco Domínguez Brito, pues no hay dudas de que uno buscó poco y el otro encontró más de la cuenta?
Aunque quien tuvo razón fue Pedro Infante cuando cantaba Qué Murmuren e imponía como una verdad que se comprueba a diario que "el agua se aclara sola, al paso de la corriente".
Lo mismo que con los generales y el actual ministro de las Fuerzas Armadas, que reivindica su buena fama y lo hace sin que nadie le replique a conciencia.
Rumores de que pidieron, rumores de que se llevan, y al final del día ni pidieron y mucho menos se llevan a los sentenciados de la calle.
Estos son algunos de los resultados del 2012, y posiblemente en el 2013 haya que agarrar mejor, pues son muchas las lisas que se van escapando después de creerse que estaban seguras.