El derecho a protestar

El que tuvo ojos para ver vio lo de ayer, por lo que dejo la valoración del paro al libre albedrío; además, al buen entendedor pocas palabras bastan. Pero deseo remarcar un punto: a ningún ciudadano que proteste se le puede impedir ese derecho, siempre que lo ejerza con respeto a las leyes y al orden público. Eso fue lo que aconteció, como también se dio la otra cara de la moneda: que el Estado debe velar por la tranquilidad ciudadana y garantizar el libre tránsito de las personas. Se dieron las dos cosas, y una tercera: A gente que intentó pescar en río revuelto, el chinchorro le retornó sin nada. Por último: incurriría en error de bulto quien desde el Gobierno crea que el martes hubo un endoso a las políticas de Danilo.

Nelson Rodríguez