¿Elegir otro pueblo?
Fallan los que piensan que a este pueblo todavía se le puede engañar pintándole pajaritos en el aire. Cuán equivocados están los que lo creen retraído y lo consideran capaz de dejarse guiar por campañas mediáticas. Nuestro pueblo ha desarrollado un fino olfato para identificar políticos que lo engañan una y otra vez, a los que al final pasa factura con su arma más poderosa, el voto. Es por eso que para mayo advierto el lamento de los que en su decepción por un pueblo tan terco y cabeza dura, apelarán a la parodia de Bertolt Brecht: disolverlo y elegir un pueblo nuevo.
Nelson Rodríguez
Nelson Rodríguez