Juventud, hoy más que nunca
Dice el Eclesiastés de la juventud que es el tiempo en el que todavía se pueden recoger las piedras que han sido lanzadas, lo que encierra una gran verdad porque hay chance para recapacitar y retornar sobre los propios pasos. Eso lo deben aprender a valorar los que están en la etapa del divino tesoro que invocó Rubén Darío, un tiempo que se va y no vuelve y que también es el de la edad en que se debe empezar a ver el futuro con seriedad; la hora de sincronizar el reloj para afrontar sin emotividad la realidad y para ser más racional. En este Día Nacional de la Juventud mi mensaje es que aprovechen y le saquen el jugo a este momento de su vida porque, y retomo al poeta Héroe Nacional de Nicaragua, cuando se va no vuelve.