La perfecta Semana Santa
En otras circunstancias en víspera del Viernes Santo ya se había preparado la maleta, con la reserva del hotel o de la cabaña hecha, pero este año estará demás llamar, por ser de cumplimiento obligatorio, al descanso, la reflexión y el recogimiento. Tampoco habrá que advertir a los que vacacionan que actúen con moderación, prudencia y sin excesos de ningún tipo. Otra prédica que se cumplirá al pie de la letra es que la pasemos en familia. Todo parecía estar dicho en cuanto a mensajes de orientación y de las cosas por hacer en la Semana Mayor hasta la tragedia que nos asalta hoy, con el agravante, para más desgracia, de que la penitencia llega cuando se tienen ya dos semanas “clavados” en la casa, cual Cristo en la cruz.