Paradojas de los diputados

1. Incorporan plásticos a sus sesiones, por medio de vasos, cuando la tendencia mundial es eliminarlos; 2. Abandonan su rol de hacer leyes y dejan sus curules para salir a protestar a las calles en defensa de intereses particulares; 3. Tienen por función fiscalizar y aprobar las rentas nacionales, pero se desconfía de su probidad personal al punto de que los obligan a firmar documentos para dejar constancia de que no se venderán, con lo que resultan menos serios que el loro de la décima de Juan Antonio Alix, que si bien es animal, no se vendería por oro, aunque solo sepa decir corroboro, corroboro. 4. Mediáticos y parlanchines pero rinden muy poco; eso sí, son expertos en “mamonear” proyectos y en posponer leyes.

Nelson Rodríguez