No nos hagamos ilusiones

La gente está decidida a sacar al PLD del poder y en favorecer a Luis Abinader del PRM pero no nos hagamos ilusiones, porque más allá de cambiar al presidente, no va a haber ningún cambio significativo.

Luego de estas elecciones tendremos la misma justicia que protege a los ricos y apresa a los pobres, el mismo ejecutivo derrochador y el mismo Congreso que se apropia del barrilito y no fiscaliza nada.

El nuevo gobierno distribuirá el presupuesto de forma injusta y desigual. Nos impondrá más impuestos, habrá más préstamos, veremos más salarios de miseria y las mismas botellas.

Los trabajadores así como también los campesinos y las amas de casas continuarán explotados. La policía seguirá mal pagada. La juventud, los adultos mayores y las mujeres seguirán ignorados.

Los empresarios mantendrán las exenciones fiscales. Las iglesias tendrán más subsidios. Seguirán los delitos en la frontera, los consulados, las embajadas y en los aeropuertos y puertos.

La lucha contra la corrupción, la delincuencia, la droga, el narcotráfico, el robo, el soborno, el crimen, el sicariato, la mafia, el contrabando y la evasión fiscal seguirá siendo un discurso.

La toma del espacio público de la Duarte con París, del kilómetro 9, de la calle 20, de la Moca, de Villa consuelo, de la Isabela Aguiar, del mercado nuevo y de Pintura seguirá su agitado curso.

Se olvidarán de la muerte excesiva de niños en los hospitales públicos, del robo de las ARS y las AFP, de los cientos de muertos por el Covid-19 como consecuencia del colapso sanitario.

Nos venderán otra JCE politizada, y fraudulenta. Volveremos al voto y al fraude manual. Y nunca sabremos el nombre de los empresarios y narcos que pagan las campañas de la vieja política.

No habrá justicia con los casos de corrupción ni de ayer ni de hoy, veremos más casos de impunidad, de manipulación judicial, de compras de jueces y fiscales, y miedo para trancar a los políticos.

La economía seguirá buena para los ricos, y mala para los pobres. Seguirán creando empleos y mejorando la pobreza en teoría. Y seguiremos entregando nuestros recursos naturales y mineros.

Habrá igual politiquería en la Contraloría, en la Procuraduría, en la Cámara de Cuentas, en el Consejo Nacional de la Magistratura y en las Altas Corte. Y el mismo destino se le dará a la Comisión de Ética, y la declaración de patrimonio.

Dejen de hablar mentiras. No sigan engañando a este pueblo. La función de los partidos neoliberales es mantener y fortalecer los privilegios, la impunidad, la desigualdad y la injusticia social.

Ningún partido ni ningún candidato de los 33 partidos, tiene propuestas concretas para enfrentar el problema de la pobreza ni la corrupción. Pero mucho menos para institucionalizar la justicia.

La juventud debe convertir la rebeldía y la indignación en fuerza social y política para cambiar el modelo tradicional por una democracia participativa capaz de construir una sociedad más justa y humana.

Juan Mojica