PRD: La Política en la Era de la Concertación

En una conferencia dictada recientemente a la Comisión Mixta Bilateral Domínico-Haitiana les recordaba una escena de la película "Una Mente Brillante" (A Beautiful Mind), sobre el matemático John Nash: Sentado con otros estudiantes universitarios en un bar cercano a la Universidad de Princeton en 1948, vieron llegar a una rubia despampanante con sus amigas. Todos se preguntan cuál sería el afortunado que conseguiría quedarse con ella.
Uno de los estudiantes dijo: "No se olviden de Adam Smith, padre de la economía moderna, cuando afirmó que en la competencia, la ambición individual beneficia al bien común. Que cada uno actúe por sí mismo y para sí mismo; la mejor estrategia es básicamente que cada uno haga lo que le conviene, entonces… sálvese quien pueda."
Es cuando John Nash afirma: "Si la atacamos todos, nos obstaculizamos, y ninguno de nosotros se la lleva. Ante ese fracaso, nos iríamos entonces por las amigas y nos van a ignorar, porque a nadie le gusta ser plato de segunda mesa. Pero ¿y si nadie va por la rubia? No nos obstaculizamos ni tampoco ofendemos a las otras chicas, ¡Victoria asegurada! Porque los mejores resultados vienen cuando cada miembro del grupo hace lo que es mejor para sí mismo y para el grupo… Adam Smith está equivocado."
Así desafió 150 años de Teoría Económica. Nace la Teoría del Equilibrio de Nash que se convirtió en piedra angular de la Economía, siendo aplicada a problemas de negociación, mediación de conflictos, construcción de consenso en políticas públicas, casos antimonopolios, política, estrategia, lucha contra la corrupción y múltiples aplicaciones. El Premio Nobel de Economía ganado por Nash en 1994 confirma el valor de su enfoque.
En la década de los 80, consistente con las modernas teorías de competencia, el líder histórico del PRD, Dr. José Francisco Peña Gómez planteó: "Sólo el PRD vence al PRD". Es decir, las luchas internas de sectores y facciones para obtener beneficios personales o de grupos nos ha impedido la obtención del bien mayor: transformar nuestro partido para ser capaces de obtener el objetivo común que es la construcción de una sociedad inclusiva.
Esta dinámica perversa ha tenido como perdedor las bases del partido, el partido mismo y nuestro país. Por eso hemos planteado que "el PRD debe concertar con el PRD". Esto es "concertar adentro, para competir y ganar afuera". De lo contrario, en el país "nos quedaremos con un solo suplidor", con un solo partido hegemónico, y entonces no seremos democracia. El ignorar las reglas del juego ha permitido que sólo gane una persona y pierda el país.
El conocer las leyes de la competencia y la cooperación, nos ha llevado a impulsar la concertación con vehemencia y traducirlas en acciones concretas que todos conocen. Porque estoy convencido que es la forma sabia y estratégicamente inteligente en que el PRD y el país deben ser conducidos.
Observe el lector, que el PRD ha sido un gran baluarte de políticas sociales y económicas que defienden la colectividad y no sólo a un grupo; que ha buscado el desarrollo y el crecimiento con equidad social. Pero entienda el lector, actuar en beneficio de un grupo dentro del partido en detrimento de los intereses de la colectividad o del partido como un todo, es política de "sálvese quien pueda"; permitir que la lucha de grupos y facciones ponga en juego las aspiraciones del partido y de sus bases, es "sálvese quien pueda"; permitir que el dinero de la campaña no llegue a donde tiene que llegar -porque se lo toman para sí unos pocos - y por tanto no se ejecuta el trabajo político a favor del partido ni del candidato, es "sálvese quien pueda".
En otras palabras, las acciones políticas de algunos en el PRD están más alineadas a la visión de Adam Smith, que a la visión de John Nash y José Francisco Peña Gómez.
La unidad del partido no es sólo por "espíritu de cuerpo" y amor a las raíces patrióticas del PRD. La unidad es porque nos conviene. Como decía John Nash, es "porque los mejores resultados vienen cuando cada miembro del grupo hace lo que es mejor para sí mismo y para el grupo." En tanto no comprendamos esto, estaremos condenados a ser vencidos, porque la cooperación es el complemento de la competencia y entrelazadas generan una estrategia superior. Por eso la salida que siempre hemos propuesto a la actual situación del PRD es, además de concertada a todos los niveles, es que sea institucional, que impulse la disciplina y sobre todo que escuchemos y honremos las bases del partido.
Dejemos a Adam Smith en el pasado; enfrentemos el presente con John Nash; ¡seamos más peñagomistas!
Nelson Espinal Báez, Associate MIT-Harvard Public Disputes Program, Universidad de Harvard.
Diario Libre
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