×
Versión Impresa
versión impresa
Secciones
Última Hora
Podcasts
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Juegos
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Redes Sociales

Un Malecón de verdad

Un Malecón como espacio para vivir la ciudad de cara al mar es una deuda urbana con las futuras generaciones

Hay ideas que suenan tan sensatas que uno las percibe como utópicas. No por malas, sino porque en la historia de Santo Domingo lo razonable suele quedarse en la maqueta. Y los intereses avasallan las buenas intenciones. Por eso, cuando la alcaldesa Carolina Mejía dice que el Malecón debe orientarse al deporte, al esparcimiento y a la integración urbana, la reacción inmediata es esta: ojalá ocurra.

El Malecón ha sido de todo menos eso, a pesar de las inversiones que se han realizado desde el fallecido  Rafael Corporán de los Santos para acá. El Malecón es una vitrina ocasional para eventos, escenario de tarimas y vallas que aparecen y desaparecen. El mejor uso que se le ha dado es el de autopista, una avenida de camiones y carga pesada donde los ciudadanos deben pasar rápido so pena de una tragedia. En fin, caminar, una prueba de fe.

Por eso, la idea de un Paseo Deportivo es revolucionaria y básica a la vez. Imaginar un Malecón con canchas, skatepark (parque de patinaje),  iluminación continua, árboles... Vivir de verdad frente al mar.  Y ahí está el problema. Nos emociona lo que debería ser normal. Un litoral urbano pensado para la gente, no para los carros ni para el desorden.

La apuesta de conectar el Malecón con el Mirador Sur y la Núñez de Cáceres tiene sentido urbano. La ciudad necesita continuidad. Por el momento, los parques son oasis rodeados de desiertos en forma de concreto y asfalto. 

La alcaldesa ha hablado de ejes que conecten la Núñez de Cáceres, y el Malecón; pero el Distrito Nacional es tan dichoso que esa idea puede llegar a la avenida Francisco Alberto Caamaño, a Villa Francisca y los barrios a orillas del río Ozama.  Una gran forma de integrar barrios, peatones y ciclistas, entonces estamos hablando en serio.

El Malecón como espacio para vivir la ciudad de cara al mar es en este país una quimera, una idea olvidada, probada en medio mundo, y todavía pendiente aquí. Es una deuda urbana con las futuras generaciones. Ojalá esta vez no se quede en promesa bien iluminada. Ojalá ocurra. Porque la ciudad lo necesita. Y ya va tarde.


TEMAS -

Periodista dominicano. Ha trabajado en los periódicos Diario Libre, El Caribe y Listín Diario donde ha ejercido cubriendo las fuentes de deportes y ciudad. Ha trabajado en radio, televisión y proyectos digitales.