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2025: el año del dolor

El año en que el país miró de frente su fragilidad institucional y la capacidad de la sociedad dominicana de exigir cuentas

Terminamos un año durísimo emocionalmente. No fue un ciclo cualquiera. Fue un año históricamente triste que obligó a mirar de frente la vulnerabilidad de nuestras instituciones, de nuestro tejido social, y sobre todo de nuestras familias.

El colapso del techo de la discoteca Jet Set fue el hecho más doloroso del 2025. La madrugada del 8 de abril, una noche de fiesta se convirtió en una tragedia difícil de superar. Familias quedaron desintegradas, niños sin padres, comunidades enteras de duelo. El país se detuvo. Todavía hoy muchos nos preguntamos si en algún momento la sociedad tendrá las respuestas verdaderas de la tragedia.

Ese episodio también dejó interrogantes sobre seguridad, la supervisión de infraestructuras, y las regulaciones de construcción dominicanas. Un recordatorio brutal de lo que pasa cuando damos todo por contado, sobre todo las construcciones que entendemos formales y en las que no hacemos las supervisiones para proteger la vida.

Al mismo tiempo, el caso Senasa —la mayor aseguradora de salud— se transformó en un escándalo de profunda desconfianza social. La magnitud del desfalco no tiene parangón económico, pero lo peor es sin duda el desprecio a la salud y la vida de los demás que mostraron las personas que participaron en el fraude.

Estos dos hechos, cada uno en su terreno, uno de dolor humano inmediato, otro de indignación institucional sostenida, marcaron profundamente el ánimo colectivo.

Pero 2025 también mostró algo más: la capacidad de la sociedad dominicana de mantenerse en pie, de exigir cuentas, de acompañar a los que más sufren. Tuvimos movilizaciones, debates públicos, acciones judiciales, demandas de reformas. No nos quedamos en silencio. 

Por eso, al cerrar el año, nos podrán acusar de ser ingenuos al ser optimistas. Se trata de reconocer lo que fue real —el dolor, la indignación, la búsqueda de justicia— y emprender el 2026 con claridad de propósito. Sin resignación, pero con decisión: más vigilancia ciudadana, más exigencia institucional, más responsabilidad social. 

Entramos al nuevo año enfocados en soluciones concretas y en exigir justicia por las muertes provocadas por ambas tragedias.

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Periodista dominicano. Ha trabajado en los periódicos Diario Libre, El Caribe y Listín Diario donde ha ejercido cubriendo las fuentes de deportes y ciudad. Ha trabajado en radio, televisión y proyectos digitales.