Turismo de aventura o turismo rural

Señor Presidente: A pesar de que el sector turismo tiene dos años en pleno crecimiento, y que durante esta gestión se han anunciados nuevos proyectos hoteleros de la modalidad todo incluido en la zonas costeras, tenemos que identificar un plan B, debido a la problemática de los sargazos o algas que están afectando el turismo de todo el Caribe. Dada esta situación y, a pesar de los esfuerzos que se están haciendo, todavía persiste la queja de los turistas, incluso llegando a cancelar estadías en el país. Esta problemática representa la oportunidad para mirar hacia el turismo de aventura y turismo rural. Tenemos que ir creando las condiciones para que nuestros bosques, saltos de aguas, lagunas, ríos y comunidades rurales con atractivos de biodiversidad puedan desarrollar un esquema para mejorar el nivel de vida a la vez que aportan a la economía.

La mejoría de las condiciones de vida de los guardias forestales es esencial en la conservación de estos entornos; que los ministerios de Turismo y de Medio Ambiente desarrollen trabajos conjuntos con las comunidades rurales, no sólo en la parte de infraestructura, sino también en las herramientas para comercializar y desarrollar una actividad comercial.

Esta acción, además de ayudar a lograr la meta de 10 millones de turistas, puede convertirse en una actividad que impacte en las economías de las comunidades, al atraer turistas que no están interesados en las playas o que prefieren este tipo de turismo. José Saviñón

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