Descartan signos de pesca ilegal en manatí hallado muerto en Miches
Evaluaciones técnicas preliminares apuntan a causas naturales mientras avanzan los análisis especializados

El hallazgo de un manatí muerto el pasado 29 de diciembre en las proximidades de los manglares de La Gina, en el municipio de Miches, provincia de El Seibo, generó una rápida reacción en redes sociales y en algunos espacios mediáticos, donde se difundieron versiones que atribuían la muerte del animal a un arte de pesca ilegal conocido como "la licuadora".
También se aseguró que el ejemplar estaba acompañado de una cría lactante, lo que incrementó la preocupación pública.
No obstante, un informe oficial del Ministerio de Medio Ambiente, elaborado por la Dirección Provincial de El Seibo y remitido al Viceministerio de Recursos Costeros y Marinos, recoge los hallazgos iniciales tras el levantamiento realizado en el lugar y no respalda esas versiones difundidas públicamente.
Además, y en coordinación con la Red de Varamientos, se trasladó al lugar personal del Acuario Nacional y de la Fundación Dominicana de Estudios Marinos (Fundemar) para evaluar las posibles circunstancias en las que murió el animal y realizar la búsqueda de una posible cría.
Evaluación veterinaria y hallazgos preliminares
De acuerdo con la necropsia in situ practicada por veterinarios del Acuario Nacional, el manatí —una hembra adulta de aproximadamente 10 pies de longitud— no presentaba laceraciones, heridas, golpes ni marcas externas compatibles con la interacción con artes de pesca o embarcaciones.
Asimismo, no se identificaron signos de lactancia activa ni de parto reciente, por lo que se descarta que el animal fuera una madre en período de crianza.
Como parte del protocolo de respuesta, se realizó una búsqueda aérea con drones en la zona para localizar una posible cría, sin que se registrara la presencia de ningún ejemplar juvenil.
En cuanto a los hallazgos internos, los veterinarios detectaron afectaciones en pulmones y corazón, lo que podría sugerir una muerte por causas naturales. No obstante, estos resultados son preliminares y deberán ser confirmados mediante análisis complementarios.
Responsabilidad informativa
En ese contexto, resulta fundamental subrayar la importancia de manejar con cautela y rigor cualquier información relacionada con la muerte de un manatí.
La difusión de versiones no confirmadas puede distorsionar la comprensión pública del hecho y desviar la atención de los procesos técnicos que permiten establecer, con base científica, las causas reales de estos eventos.
Tanto el Ministerio de Medio Ambiente como el Acuario Nacional mantienen el seguimiento del caso, y se espera que, una vez concluyan los análisis especializados, se comuniquen los resultados definitivos.
Mientras tanto, el llamado es a evitar la especulación y a contribuir a una conversación informada y responsable sobre la conservación de una especie en situación crítica en aguas dominicanas.
Sobre el manatí del Gran Caribe
El manatí del Gran Caribe (Trichechus manatus manatus) es una de las especies marinas más emblemáticas y, al mismo tiempo, más vulnerables de la República Dominicana.
Se trata de un mamífero herbívoro, de movimientos lentos y comportamiento pacífico, estrechamente ligado a estuarios, ríos, manglares y praderas de pastos marinos. Su baja tasa reproductiva y la fragmentación de sus poblaciones hacen que cada individuo tenga un peso significativo para la supervivencia de la especie.
En el país, los esfuerzos de conservación han incluido una red de varamientos —compuesta por varias instituciones—, censos nacionales realizados mediante sobrevuelos y el uso de drones, así como programas de monitoreo, fotoidentificación y seguimiento de individuos.
Estos estudios han evidenciado que la población es reducida y vulnerable, y que las principales amenazas históricas incluyen colisiones con embarcaciones, pérdida de hábitat, contaminación y enredos accidentales en artes de pesca.




Marvin del Cid