"Al jefe no le gusta que la gente vuele sola"

Más de un año ha transcurrido desde que Diego Sosa, conferencista internacional en el área de crecimiento personal y profesional, escritor, coach y consultor empresarial, decidiera compartir sus conocimientos con los lectores de Estilos a través de su columna "Economía Personal". Esta vez aparece en nuestras páginas no para hablar de números, sino de letras, pues recientemente publicó "Migomismo II", su décimo tercer libro que ya está a la venta en las librerías de todo el país.

P. Su libro tiene un nombre muy particular, ¿alguna razón en especial le hizo titularlo de esta manera?

R. El proyecto ‘Migomismo' comienza con la inteligencia emocional, con la primera persona, la más importante en mi vida, porque todo el mundo quiere dominar a los demás. La idea es dominar mis reacciones, el "yo" como primera persona del centro de mi vida.

P. Según usted, este libro está escrito para todos los habitantes del planeta. ¿Qué encontrará quien lo adquiera?

R. Todo lo que son las relaciones humanas, y encontrará las herramientas necesarias para manejarlas. Cuando hayan conflictos encontrará cómo resolverlos.

P. ¿Las historias o personajes son reales?

R. Hay muchas vivencias. No es una historia verídica, pero todos los lugares que visitan los protagonistas en el norte de Alemania son muy míos.

P. O sea que también será un viaje geográfico...

R. ¡Como todos mis libros! Es un libro conociendo también la parte geográfica, hay dos sobre RD y estos últimos dos [Migomismo I y Migomismo II] en lugares de Alemania, donde vivo.

P. ¿Por qué las personas necesitan ayuda para aumentar su EQ [Coeficiente de Inteligencia Emocional]?

R. Porque las herramientas que se encuentran empíricamente hoy no las traemos de fábrica, relacionarnos con los demás es una cosa y relacionarnos bien es otra. Duramos como humanos 7 millones de años corriendo en el monte, saliendo al bosque a cazar, y en los últimos 2 mil años hemos tenido una vertiginosa evolución. Anteriormente huíamos de un animal, hoy cuando encontramos a alguien que nos enfrenta tenemos que solucionar el conflicto. Antes nuestra inteligencia emocional nos decía: "Mata al león", "Corre y súbete en una mata"; hoy nos dice: "Al león que va en otro carro déjalo que se vaya solo", "No pelees con él porque puedes salir muriendo", y así pasas la vida, pero para eso hay que entender cómo nuestro cerebro está programado para reaccionar.

P. ¿Y qué tan beneficioso es aprender a manejar la inteligencia interpersonal?

R. Nos sirve para el área de las ventas, por ejemplo, el área de servicio. Nos ayuda para relacionarnos con nuestros compañeros, pareja, hijos, familia y amigos. Es la herramienta necesaria para crear relaciones buenas y eficientes, tanto en el área del dinero, como en el personal. Siempre digo que nos contratan en una empresa por nuestras aptitudes, o sea por nuestros conocimientos, pero nos despiden por nuestras actitudes, de ahí viene la inteligencia emocional. Si no logramos pasar esos conocimientos a resultados que se puedan medir, terminamos perdiendo el trabajo.

P. ¿Recomienda que la empresa auspicie cursos o que el empleado los busque por sí mismo?

R. Las dos cosas. Recomiendo más a la empresa porque es una filosofía de trabajo, comunica una imagen corporativa.

P. En un capítulo enseña cómo tratar a las personas difíciles, ¿pero cómo alguien descubre que es una de ellas?

R. La mayoría de las personas no quiere decirse: "Tengo responsabilidad de lo que me está pasando", hay gente que cree que todos conspiran contra ella. Cuando una persona te dice que pareces un camello, no tienes que preocuparte mucho, pero si tantos lo dicen hay que ir al espejo a ver si tienes una totuma. Cuando estamos esperando que los otros cambien, definitivamente nuestra vida no cambiará. Cuando trabajamos con personas difíciles, seguirán siendo difíciles a menos que ellos lo decidan, pero puedo hacer mi relación con ellos lo mejor posible o decidir no querer nada. No siempre se logra, muchas veces hay que salir corriendo y dejarlos.

P. ¿Cómo sacar provecho a las diferencias?

R. Todos somos diferentes. Algunos son mejor para una cosa, otros para otra, debemos entender que no tenemos que saberlo todo sino conseguir que los que saben algo colaboren con nosotros. Hay gente que lo quiere saber todo y eso hace que cuando encuentra a alguien que sabe más, se bloquea. La idea es que cuando tengamos diferencias, hay que lograr que cada uno aporte lo que sabe para conseguir un mejor equipo y resultados mucho más eficientes y eficaces.

P. Se nos ha enseñado que debemos separar lo profesional de lo personal, ¿entonces por qué se necesita tener relaciones afectivas en el trabajo?

R. Si paso ocho horas con una persona en el trabajo y solamente la veo como profesional, me estoy perdiendo una parte importante de ella. No digo que debo tener una relación afectiva con todos, la idea es que encuentre cómo es esa persona, cómo trata, cómo quiere ser tratada, para entonces tratarla como quiere, de esa forma logro conseguir lo mejor con esa persona y hacer que la empresa consiga lo mejor de todos en conjunto. Si solamente trato la parte profesional, posiblemente no tengamos la ayuda que necesitamos en un momento determinado. De esas relaciones afectivas sale una amistad fuera del trabajo; lo que no es recomendable es tener pareja porque ya se entra en un vínculo diferente que puede terminar afectando el trabajo.

P. Pero hay empresas que lo aprueban...

R. Hay empresas que lo aprueban, pero tratan de que estén en departamentos separados, porque por más que uno quiera, llevamos los problemas personales al trabajo, y una empresa no puede parar porque haya dos personas que, en su casa o en su vida personal, tengan una discusión y después no quieran colaborar en la empresa.

P. Hay quienes son líderes naturales, ¿pero qué se necesita para ser uno?

R. Lo de los líderes naturales es relativo. Hay gente que dice que nació líder, pero no utilizó desde el principio las herramientas que hacen que se les reconozca como tal: la humildad, la sencillez, la afabilidad, el servirle a los demás, todas esas herramientas que detallo en el libro. Líder no se nace, se hace; lo que hay que buscar las herramientas que un líder tiene e imitarlas. Tomemos líderes religiosos, políticos que han muerto, que han llevado a un grupo de gente a convertir un país en algo diferente, que buscan un objetivo y tienen un comportamiento que hace que nosotros digamos: "Ese es un líder", no se impone, no es dinero, sino con un ideal y con una forma de actuar.

P. Entonces esos que se imponen al final se convierten en jefes...

R. Se convierten en jefes y finalmente lo pierden todo. A la corta o a la larga terminan perdiendo porque la gente no los sigue, y los buenos talentos acaban yéndose de su lado, entonces se quedan con lo que llamo ‘papagayos', los que repiten lo que el jefe dice. 

Diario Libre