Almodóvar muestra lo que es "La mala educación"
Se queda a medio camino en sus intentos por profundizar

Santo Domingo. Por su trayectoria y personalidad, Pedro Almodóvar está obligado a contribuir al desarrollo del cine en cada película; es el cineasta hispano de quien más se espera, toda vez que se le identifica con el cine de una postmodernidad libertaria, aquél que rompe todos los moldes, arrasando con prejuicios y tabúes. Sus películas están cargadas de turbia humanidad y de una plástica kitsch que las hacen inconfundibles. De su obra, él dijo en alguna ocasión que está compuesta de errores fílmicos y que el conjunto de esos errores constituye su estilo.
En esta película, "La mala memoria", su aporte a la narrativa cinematográfica está en el tema de fondo: la destrucción de la personalidad provocada por el abuso sexual en menores. La fractura de tipo psíquico que sufre un niño seducido por un adulto de su propio sexo, da base a un relato complejo, donde el eje es el juego de personalidades. Polémico por cierto su acercamiento, ya que todo ocurre en un colegio religioso, cosa de candente actualidad. Este punto de partida no es lineal, es decir, el relato salta continuamente de tiempos y espacios, estructurando una confusa red de traiciones e identidades falsas en las lides del amor homosexual.
Un frenético bamboleo
El guión se construye en torno a distintas miradas a un suceso íntimo que se va haciendo poco a poco colectivo : el recuerdo personal, un cuento escrito por uno de los protagonistas del suceso, un guión cinematográfico que se escribe, una película que se filma dentro de la misma película que el espectador está viendo. Cual juego de espejos, nunca estamos seguros si lo que vemos es "la realidad", vaivén que a ratos marea al espectador, quien debe permanecer muy alerta a los detalles para poder comprender el conjunto de la trama.
Un homosexual, travesti y drogadicto busca a sus fantasmas del pasado para cobrar venganza. Chantajea a su antiguo seductor e involucra a su hermano menor en la trama, cuestión que le llevará a la muerte. En el inicio del filme hay momentos en clave de comedia, curiosamente de la peor homofobia, que logran enganchar al espectador. Sin embargo, se abandona pronto dicha línea narrativa, para entrar directamente en el drama de tipo psicológico. Pero el juego con las máscaras que asumen los protagonistas no logra dar con la dimensión profunda que el filme se plantea, quedándose en la anécdota, un tanto acartonada y a ratos grotesca, de un drama que raya en el tono menor.
Las actuaciones
Gael García Bernal, Fele Martínez y Daniel Giménez Cacho, que encarnan a los protagonistas de un triángulo eterno y decadente, hacen su mayor esfuerzo dramático, pero es claro que van forzados por un guión, que siendo novedoso, cae en el maniqueísmo.
Con personajes que han cruzado más allá del límite de las convenciones, Almodóvar parece decirnos que la normalidad no existe, que la mala educación es precisamente la de todos los días y allí está su acierto más agudo.
Singular relato en el que nadie es lo que era y al tiempo una reflexión en torno al destino, del como las acciones de hoy repercuten en el mañana, es esta nueva cinta española. No recomendable para personas sin información acerca de la diversidad sexual vigente.
La mala educación España, 2004.
105 minutos.
Dirección y guión: Pedro Almodóvar
Música: Alberto Iglesias Fotografía: José Luis Alcaine
Intérpretes:
Gael García Bernal
Fele Martínez
Daniel Giménez Cacho
Lluís Homar
Javier Cámara
Petra Martínez
Nacho Pérez
Raúl García Forneiro
En esta película, "La mala memoria", su aporte a la narrativa cinematográfica está en el tema de fondo: la destrucción de la personalidad provocada por el abuso sexual en menores. La fractura de tipo psíquico que sufre un niño seducido por un adulto de su propio sexo, da base a un relato complejo, donde el eje es el juego de personalidades. Polémico por cierto su acercamiento, ya que todo ocurre en un colegio religioso, cosa de candente actualidad. Este punto de partida no es lineal, es decir, el relato salta continuamente de tiempos y espacios, estructurando una confusa red de traiciones e identidades falsas en las lides del amor homosexual.
Un frenético bamboleo
El guión se construye en torno a distintas miradas a un suceso íntimo que se va haciendo poco a poco colectivo : el recuerdo personal, un cuento escrito por uno de los protagonistas del suceso, un guión cinematográfico que se escribe, una película que se filma dentro de la misma película que el espectador está viendo. Cual juego de espejos, nunca estamos seguros si lo que vemos es "la realidad", vaivén que a ratos marea al espectador, quien debe permanecer muy alerta a los detalles para poder comprender el conjunto de la trama.
Un homosexual, travesti y drogadicto busca a sus fantasmas del pasado para cobrar venganza. Chantajea a su antiguo seductor e involucra a su hermano menor en la trama, cuestión que le llevará a la muerte. En el inicio del filme hay momentos en clave de comedia, curiosamente de la peor homofobia, que logran enganchar al espectador. Sin embargo, se abandona pronto dicha línea narrativa, para entrar directamente en el drama de tipo psicológico. Pero el juego con las máscaras que asumen los protagonistas no logra dar con la dimensión profunda que el filme se plantea, quedándose en la anécdota, un tanto acartonada y a ratos grotesca, de un drama que raya en el tono menor.
Las actuaciones
Gael García Bernal, Fele Martínez y Daniel Giménez Cacho, que encarnan a los protagonistas de un triángulo eterno y decadente, hacen su mayor esfuerzo dramático, pero es claro que van forzados por un guión, que siendo novedoso, cae en el maniqueísmo.
Con personajes que han cruzado más allá del límite de las convenciones, Almodóvar parece decirnos que la normalidad no existe, que la mala educación es precisamente la de todos los días y allí está su acierto más agudo.
Singular relato en el que nadie es lo que era y al tiempo una reflexión en torno al destino, del como las acciones de hoy repercuten en el mañana, es esta nueva cinta española. No recomendable para personas sin información acerca de la diversidad sexual vigente.
La mala educación España, 2004.
105 minutos.
Dirección y guión: Pedro Almodóvar
Música: Alberto Iglesias Fotografía: José Luis Alcaine
Intérpretes:
Gael García Bernal
Fele Martínez
Daniel Giménez Cacho
Lluís Homar
Javier Cámara
Petra Martínez
Nacho Pérez
Raúl García Forneiro
Mario Núñez Muñoz
Mario Núñez Muñoz