Problemas habituales y recurrentes en las uñas
Mira sus causas y cómo solucionarlos
La salud de tus uñas es importante y refleja una gran cantidad de otras situaciones de tu organismo. También depende de los productos que uses y el tipo de manicura que realices.
Elige esmaltes que respeten tu uña, usa disolventes sin acetona y no abuses de los esmaltes permanentes con gel y acrílicos, por regla general.
Uñas escamadas: puede originarse por una alimentación deficiente en calcio. Se soluciona consumiendo lácteos y verduras de hoja verde y reduciendo, o evitando, la ingesta de bebidas con cafeína y tesina que dificultan la absorción de este nutriente. Un suplemento como la vitamina A, B o D serán óptimos para que empiecen a recuperarse.
Estrías: hay que dejar de pintarlas y tratarlas desde la matriz, con una crema específica justo en la parte superior de las cutículas. Puede ocurrir por muchas causas asociadas a la nutrición, el abuso de acetona, disolventes de mala calidad e incluso a morderlas.
Uñas mordidas: es un trastorno asociado a muchas razones como el estrés o la inseguridad. Hay productos que se aplican en la base y que tienen un muy mal sabor, para repeler el instinto de morderlas.
Cutículas secas y débiles: suele ocurrir con los cambios bruscos de temperatura, principalmente con las temperaturas muy bajas. Los productos químicos tanto de limpieza, como esmaltes y quitaesmaltes tan agresivos para la piel y una exposición directa a ambientes con polvo.