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Respuestas precisas

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Respuestas precisas

La semana pasada nos metimos de lleno en las oraciones que expresan una condición que creemos real, posible. Al final nos preguntábamos qué pasaba cuando esa condición se considera imposible o improbable. Estas oraciones que expresan una condición que entendemos que no se dio en el pasado o que es poco probable que se dé en el presente o en el futuro son las condicionales irreales. Precisamente esa irrealidad o esa improbabilidad marcan el rumbo que va a tomar el verbo. Si las condicionales reales se conjugan en indicativo, las condicionales irreales se conjugan en subjuntivo. Comparando ejemplos de condicionales reales con otros de condicionales irreales comprobamos la diferencia: Si llegas a tiempo, iremos al cine (posible) frente a Si hubieras llegado a tiempo, habríamos ido al cine (imposible); Si lo consigues, prepárate para celebrar (posible o probable) frente a Si lo consiguieras, celebraríamos (improbable).

Aunque solo las analicemos superficialmente (por arribita, diríamos en dominicano coloquial), nos muestran la complejidad de matices de nuestra conjugación verbal. Imaginen por qué los que aprenden nuestra lengua siempre hablan de que lo más difícil es dominar los verbos.

Si la condición que expresamos está referida al presente o al futuro, usamos el imperfecto de subjuntivo en la prótasis (Si tuviera vacaciones) y el condicional simple en la apódosis (me dedicaría a leer). En cambio, si la condición se refiere al pasado, la prótasis usa el pluscuamperfecto de subjuntivo (Si hubiera tenido vacaciones) y la apódosis nos permite elegir entre este mismo pluscuamperfecto de subjuntivo (me hubiera dedicado a leer) y el condicional compuesto (me habría dedicado a leer).

Mis disculpas por los tecnicismos, pero los lectores afinan cada día más en sus consultas y se merecen respuestas precisas. No olvidemos que la única condición para ser mejores hablantes es la curiosidad y la pasión por nuestra maravillosa lengua.

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María José Rincón González, filóloga y lexicógrafa. Apasionada de las palabras, también desde la letra Zeta de la Academia Dominicana de la Lengua.