Hora de dormir: cómo evitar posponerla
Por qué sucede esto y qué hábitos se pueden adoptar

A muchas personas les sucede que día a día posponen la hora de irse a dormir. Incluso con un evidente cansancio, se distraen en otras tareas y terminan durmiendo más tarde.
Esa prolongación del tiempo y poco descanso puede terminar generando consecuencias poco beneficiosas para la salud a largo plazo, que deriva en una falta de sueño. El déficit además incrementa el riesgo de cometer errores y de generar accidentes. Además, hay que sumarle la aparición del cansancio físico, el malhumor, la disminución en la capacidad de concentración y rendimiento.
¿Por qué sucede esto? Si acaso algunas personas están "recuperando" el tiempo perdido durante el día, quizás una buena alternativa sería buscar liviandad, espacio y cosas que le den sentido a todo durante el día para evitar tener la sensación de tener que robarle el tiempo a la noche.
En cambio, si uno intenta posponer el momento de ir a dormir y apagar la luz porque ahí es cuando comienza a darle vueltas la cabeza, debería proponerse procesar de algún modo los problemas que no le permiten dormir en paz.
Una vez que ya se sabe por qué se pospone el momento del sueño, pueden incorporarse trucos para ir quitándose el hábito. La medida más importante es ponerse el despertador, pero no para levantarse por la mañana, sino justamente para acostarse por la noche. Que suene será un llamado de atención que indicará la hora a la que uno debiera irse a la cama para dormir lo suficiente.