Consejos científicos para criar niños felices
Con estos tips podrás enseñarles a tus hijos a ser más alegres
El saber cómo ser feliz es una lección invaluable para un niño. Por eso, y como parte de la celebración del Día Internacional de los Derechos de la Niñez, aquí compartimos diez consejos, producto de varios estudios científicos, que ayudarán a que tus hijos sean personas más felices
1) ¡Las bromas ayudan!
Si bromeas con tu hijo y ayudas a desarrollar su sentido del humor, este tendrá más éxito social, según una investigación presentada en el Festival de Ciencia Social del Economic and Social Research Councils. Cuando los padres bromean con sus hijos, les dan a los niños las herramientas para pensar de forma creativa, hacer amigos y manejar el estrés. Así que siéntete libre para ser el bufón de la corte y de la casa, que tus hijos te lo agradecerán después.
2) Sé positivo
Los padres que expresan emociones negativas hacia sus hijos o son descuidados con ellos, tendrá niños agresivos ya desde la edad de la guardería. Esas son malas noticias, ya que un comportamiento agresivo a los 5 años está vinculado a la agresividad más tarde en la vida, incluso con las futuras parejas. Así que si estás en un ciclo de padre enojado, que hace hijos enojados, que hacen padres enojados, trata de liberarte, porque esto aliviará problemas en tus hijos a largo plazo.
3) Fomenta la autocompasión
Investigaciones sugieren que la autocompasión es una habilidad muy importante, porque ayuda a las personas a mantenerse fuertes frente a los desafíos. Ojo, es ser compasivo con uno mismo, no que te des pena a ti mismo. La autocompasión se compone de la consciencia (la capacidad de manejar los pensamientos y emociones sin dejarse llevar ni reprimirlos), de la empatía con el sufrimiento de los demás, y de la auto-bondad, el reconocimiento de tu propio sufrimiento y el compromiso de resolver tus problemas. Los padres pueden utilizar la autocompasión cuando se enfrentan a dificultades en la crianza de los hijos. De este modo, pueden ser un ejemplo para sus chicos.
4) Déjalos ir
Cuando los hijos vuelan del nido, las investigaciones sugieren que lo mejor es dejarlos ir. Se ha demostrado que los estudiantes universitarios con padres que interfieren son más propensos a ser ansiosos y menos abiertos a nuevas experiencias. Eso no significa que debes botar a tus hijos cuando cumplan 18 años, pero si desde ahora eres un padre sobreprotector, empieza a darle más espacio a tu pequeño.
5) Cuida tu relación
No solo por ti y tu pareja, sino por tus hijos. Se ha comprobado en estudios científicos que un hogar con estrés afecta el sueño de los niños. Y ese estrés en casa puede venir por una relación mala entre los padres. Un niño que no duerme bien, tiene problemas en su desarrollo ya que no aprende bien y no tiene buenas capacidades sociales.
6) Cuida tu salud mental
Si sospechas que estás deprimido, busca ayuda, para tu propio bien y el de tu hijo. Investigaciones sugieren que las madres deprimidas pelean más con los padres y no responden al llanto de sus bebés con la atención de una mamá sana. Se ha demostrado que los hijos de personas con depresión, viven estresados, aun desde la etapa pre-escolar.
7) Mamás, sean buenas con sus hijos
Un estudio afirma que los hijos hombres que tienen una relación sana con sus mamás presentan menos problemas de conducta. Los resultados, publicados en la revista Child Development, resaltan la necesidad de “apego seguro” entre los niños y sus padres, en el que los niños pueden acudir a mamá y papá como una “base segura” reconfortante antes de aventurarse en el mundo en general.
La buena relación madre-hijo también influye en la vida romántica futura del hombre. Aquellos que han tenido una relación cercana a sus padres, son capaces de tener una relación cercana y exitosa luego con otro adulto.
8) No te preocupes por tu pequeño contestador
Los adolescentes que contestan a sus padres pueden ser exasperantes, pero hay algo bueno en eso: se ha descubierto que justamente son esos chicos los que no caen en presiones sociales por parte de su grupo de amigos. Son adolescentes con mucha autonomía. Tampoco significa que para que los jóvenes sean autónomos, tengan que contestarle siempre a los padres. Por el contrario, se ha demostrado que una relación cercana con la madre hace que los adolescentes sean menos influenciables por presiones externas. Habla con tu hijo, explícale calmadamente que sí pueden dialogar, pero siempre con respeto.
9) No busques la perfección
No existen los padres perfectos, así que no te presiones a ti mismo. De acuerdo a una publicación médica, Personality and Individual Differences, los nuevos padres sienten que la sociedad espera perfección de ellos, y se estresan demasiado. Por ello, desarrollan menos confianza en sus habilidades para criar a sus hijos. Hazle caso omiso a las críticas y presiones externas y conviértete en un padre más relajado. Recuerda que nadie es perfecto.
10) Conoce a tus hijos
No existe un solo estilo de crianza perfecta. De hecho, los niños cuyos padres adaptaron su estilo de crianza a la personalidad de sus hijos tienen la mitad de la ansiedad y la depresión que sus compañeros con padres más rígidos, de acuerdo con un estudio publicado en agosto de 2011 en el Journal of Abnormal Child Psychology. La clave está en ayudar a tus hijos sobre la base de las señales que ellos te dan. Aprende a reconocer en tu hijo qué necesita, qué le falta trabajar y qué podría mejorar.