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Black Friday: señales para identificar si eres un comprador compulsivo

Para los ‘shopaholics’, comprar resulta una forma de aliviar tensiones y generar placer, una conducta que podría agravarse con la llegada del Black Friday

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Black Friday: señales para identificar si eres un comprador compulsivo
La característica principal de la compra compulsiva es la obsesión por adquirir objetos no necesarios. (SHUTTERSTOCK)

Mientras para muchos Black Friday es la oportunidad ideal para suplirse de lo que necesitan a precios asequibles, hay para quienes esta festividad no es más que una excusa para alimentar su adicción a las compras, refugiándose en la idea de que lo hacen para aprovechar las ofertas y descuentos propios de la fecha.

Para la psicóloga Karem González (@karemgonzalezc), la oniomanía, mejor conocida como adicción a las compras, es una conducta mucho más común de lo que imaginamos. Esto, porque somos parte de una sociedad de consumo en la que tener mucho es un indicador de éxito y abundancia. “Hoy día, aprovechar una buena oferta, aunque no haya necesidad, no es algo que nos resulte raro ni extravagante”, indica.

"No hay adicciones buenas ni malas; toda actividad adictiva es igual de nociva"Karem GonzálezPsicóloga clínica

La característica principal de la compra compulsiva es la obsesión por adquirir objetos no necesarios o inútiles y la incapacidad para controlar esos deseos. Así lo define la experta, al tiempo que agrega que para quienes se identifican con esta condición, la acción de comprar les resulta una forma de aliviar tensiones y generar placer. 

Sin embargo, se trata de una satisfacción a corto plazo, ya que seguido se tiende a experimentar sentimientos de culpa y vergüenza, causados por la imposibilidad de afrontar de manera eficaz este impulso.

Presta atención a las señales

Reconocer que eres un comprador compulsivo es el primer paso para superar la adicción. Si te sientes identificado con estas señales, es porque, efectivamente, tienes un problema de oniomanía:

  • Ves algo y sientes que lo necesitas. Quizá no necesites nada, pero una vez vas a la tienda siempre encuentras algo que, según tú, te hace falta y no estás conforme hasta comprarlo. Sientes el deseo incontrolable por adquirir eso en lo que antes ni siquiera habías pensado. Si está en oferta, justificas diciendo que en algún momento lo necesitarás y es mejor obtenerlo a buen precio, mientras que si tiene precio elevado te refugias en el pensamiento de que “solo se vive una vez” y ya encontrarás cómo pagarlo.
  • Te produce felicidad. ¿Cuando te sientes triste, solo o enojado, tu primera opción es irte de shopping? Entonces puede que se trate de una adicción. En muchos casos, comprar es una forma de mantener alejados pensamientos negativos de tu mente o un intento por llenar un vacío emocional.
  • Desvalorizas lo adquirido. Si bien comprar te hace feliz, esa sensación dura poco. Esto, porque al final lo importante no es el producto que adquieres, sino el simple acto de comprar. Así que es muy probable que eso que en el momento sentías que necesitabas tener, pase a un cajón de tu casa y ya no sepas más de él, o incluso optes por regalarlo.
  • Te sientes culpable. Una vez te das cuenta de que hiciste una compra inútil, gastando dinero innecesario en algo que no usarás, es cuando viene el arrepentimiento. Los sentimientos de culpa pueden ser tan grandes que te prometas a ti mismo que te controlarás y no lo volverás a hacer.
  • No puedes controlarlo. Ya eres consciente de que estás actuando mal, pero simplemente no puedes hacer nada al respecto. Y es que, la incapacidad para detener tus compras compulsivas es uno de los rasgos más característicos de esta adicción. Eso es lo que te lleva a repetir el ciclo una y otra vez.

¿Qué hacer?

Detrás de la oniomanía puede esconderse un problema de baja autoestima, situaciones personales con las que no se quiere lidiar, presencia de valores materiales o simplemente es la respuesta a la cultura de consumismo en la que vivimos, razones que terminan ejerciendo una fuerza mayor sobre el adicto que su propio deseo de controlarse.

Es por ello que González dice que, para hacer frente a la conducta adictiva y la compra compulsiva, se requiere obligatoriamente un abordaje psicoterapéutico para determinar el trasfondo, además de la contención de grupos familiares y de apoyo. “La fuerza de voluntad no es suficiente”, concluye la experta.

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Periodista de Revista. Me apasiona escribir sobre salud mental y relaciones de pareja. De no ser periodista, sería psicóloga con un blog.