Mel Gibson en tres anécdotas
Nueve hijos, varias parejas, protagonista de más de sesenta películas y dos premios Óscar, más un Globo de Oro, forman parte de su historia

Mel Gibson es toda una personalidad a nivel internacional. Su extensa y prolífica carrera, primero actoral y después como director, lo ha convertido en una figura de enorme reconocimiento y cuenta con un importante número, tanto de fans como de detractores.
Sus férreas convicciones religiosas —es católico— han influido poderosamente en su discurso y en el modo de abordar sus títulos como director. A lo largo de los más de sesenta largometrajes en los que ha intervenido, las anécdotas han servido para definir su marcado carácter.
A punto de morir en el rodaje de "Braveheart"
En 1995, Mel Gibson abordaba una de las producciones más exigentes y, finalmente, más premiadas de su carrera. Produjo, dirigió y protagonizó "Braveheart".
Esta historia épica del héroe escocés William Wallace fue el segundo largometraje que dirigía Gibson —antes debutó con "El hombre sin rostro" (1993), drama bien recibido por la crítica— y el título que acumuló cinco Óscar y un Globo de Oro como mejor director.
No fue un rodaje sencillo. Mel Gibson comentaba en la gira de promoción de "Braveheart" que había sido como rodar las cuatro películas seguidas de la saga "Arma Letal" (Richard Donner, 1987, 1989, 1992 y 1998), que protagonizó junto a Danny Glover.
Las escenas de acción de "Braveheart" fueron especialmente complejas: contaron con 1.600 extras para las batallas y, a la exigencia tras la cámara, se sumaba que él mismo era el protagonista. Mel Gibson quiso dirigir, pero no protagonizar la película; Paramount se lo exigió para aprobar la financiación que necesitaba.
El acuerdo prosperó y la película se convirtió en un éxito de taquilla. Los casi 72 millones de dólares invertidos en la producción de "Braveheart" atrajeron una recaudación mundial de más de 200 millones de dólares.
Mel Gibson contaba en el exitoso podcast "The Joe Rogan Experience" cómo estuvo a punto de morir en dos ocasiones durante el rodaje de la película. La primera, por la coz de un caballo que, afortunadamente, solo le lesionó una pierna.
Más dramática fue la escena de la horca, donde un descuido del equipo de producción le dejó sin conocimiento. Cuando consiguieron reanimarle, Gibson contó que gritó: "¿Qué estáis haciendo? ¡A trabajar!"
Un día y medio besando a Helen Hunt

Si bien el trabajo profesional de Mel Gibson ha sido unánimemente alabado, su carácter conservador, sus problemas con el alcohol y sus polémicas declaraciones provocaron que muchos le dieran la espalda y Hollywood le tuviera menos en cuenta, según los escándalos en los que se involucrara.
Este aspecto personal encendió particularmente el interés de los espectadores a partir del papel protagonista que le ofreció, en el año 2000, la realizadora Nancy Meyers para la película "¿En qué piensan las mujeres?".
En este largometraje, Mel Gibson se mete en la piel de un ejecutivo machista que, a partir de un accidente doméstico, adquiere el don de leer el pensamiento de toda mujer con la que se cruza.
La conclusión de esta historia lleva al protagonista a recapacitar acerca de su actitud egocéntrica y de su supuesta superioridad de género. La película supuso un gran éxito de taquilla, aunque la crítica estuvo bastante dividida.
Se acusaba a la trama de perpetuar roles de género y abundar en los estereotipos, aunque el mensaje pareciera todo lo opuesto. En cualquier caso, el título consiguió la nominación a los Globos de Oro para Mel Gibson y, en el ranking de las 10 películas más vistas del año 2000, ocupó el cuarto puesto.
La anécdota más curiosa de "¿En qué piensan las mujeres?" sucedió durante el rodaje de una escena en la que Mel Gibson y Helen Hunt se besan. Según comentó la actriz en las entrevistas sobre la película, las tomas de este momento se sucedieron durante una tarde y a lo largo del día siguiente.
Un día y medio costó que la escena recibiera el "ok" por parte de la realizadora. Helen Hunt lo contaba como curiosidad, sin restar la admiración y respeto hacia su partenaire masculino.
Un rayo cayó sobre el actor Jim Caviezel

Una de las películas más polémicas dirigidas por Mel Gibson fue "La pasión de Cristo" (2004). En esta producción, el director no escatimó en expresar de manera explícita el dolor y el sufrimiento del vía crucis, provocando desmayos entre el numeroso público que asistió a las salas.
La película se convirtió en un fenómeno y, con un presupuesto de producción de unos 30 millones de dólares, consiguió una recaudación mundial de más de 600 millones de dólares.
La anécdota más impactante de este título se produjo cuando un rayo cayó mientras rodaban la escena de Jesús en el Sermón del Monte, donde se proclaman las Bienaventuranzas. En una entrevista en Fox News, Jim Caviezel contó las secuelas que le produjo este accidente, por las que tuvo que someterse a dos cirugías cardíacas.
Esto fue lo más grave, aunque un rodaje como "La pasión de Cristo", de carácter tan descarnado, ocasionó al actor lesiones y diversas cicatrices. No en vano, arrastró una cruz de madera de más de 70 kilos y, aunque con protecciones, los azotes recibidos llegaron en ocasiones a lastimarle.
Mel Gibson, cuya marcada personalidad sigue dando que hablar, cumple 70 años con nuevos proyectos, como la secuela "La pasión de Cristo: Resurrección", y llevando en su haber el título de Embajador Especial para Hollywood, que comparte desde enero de 2025 junto a Sylvester Stallone y Jon Voight.
Otorgado por Donald Trump a los pocos días de comenzar su segundo mandato en la Casa Blanca, parece llevar aparejado el compromiso de traer el negocio del entretenimiento de vuelta a Estados Unidos. En palabras del presidente estadounidense: hacer que Hollywood sea "más grande, mejor y más fuerte".
