A ritmo de fe, una historia ágil con la danza como camino de redención
Es una epopeya moderna pero absolutamente dominicana
Santiago Almada
SANTO DOMINGO.- Martín Rosario y Eudys Cordero se conocieron hace poco más de un año en un retiro.
Ambos tienen historias de vida muy disímiles y han caminado por la vida por senderos demasiado diferentes, casi opuestos.
Eudys creció en un barrio pobre, tuvo una vida difícil y superó muchas dificultades a fuerza de trabajo, con enormes sacrificios y con la ayuda de un amigo al que él no duda en identificar con todas las letras: Jesús.
Martín Cordero trabajó durante 21 años en corporaciones en EE.UU y en República Dominicana. Ha sido un ejecutivo exitoso, tanto que desde hace dos años trabaja en proyectos propios, que abarcan desde la construcción hasta productos de consumo masivo.
Poco después de haberse conocido en ese retiro, Eudys se apareció por la oficina de Martín para mostrarle un guión y el proyecto de hacer una película. La reacción de Martín fue una mezcla de sorpresa y de incredulidad: "Todo lo que yo sabía de cine era ir a sentarme en una butaca con el refresco y las palomitas", dice.
Pero según Eudys, y también según Martín, el tal Jesús, "El de arriba" tenían planes para ambos que ellos desconocían.
Uno de los obstáculos, como en toda producción de cine, fue la falta de dinero, pero tras arduas gestiones, luchas, idas y venidas, el dinero apareció, y Circus Films se formó, y comenzó el proceso de preproducción, después el rodaje, y después aparecieron Hayrold Abreu Durán, un joven actor y bailarín de 25 años con diez años de trayectoria, que bailó en montones de eventos y premiaciones en República Dominicana, apareció también Loraida Bobadilla, una morena simpatiquísima de sonrisa transparente, que a sus 25 años ha bailado en el reality Quién baila mejor, realizado en Venezuela, y que además es licenciada en publicidad; y una actriz con mucha experiencia en el papel de abuela que se llama Marquis Leguizamón.
A ritmo de fe es una epopeya moderna pero absolutamente dominicana, con la que se identificará toda persona que en cada día de su existencia asume retos y desafíos, es una historia de superación personal en la que el talento, la fe y la humildad se amalgaman para llegar al éxito.
El baile como expresión de fe, la sensualidad como expresión de la belleza, el enfrentamiento con la dureza de la realidad cotidiana en el lugar donde viven los pobres, todo está tratado con una sencillez y una profundidad que emocionan al espectador.
A ritmo de fe se exhibe en los cines en estos días.
Síntesis
Juan es un bailarín que vive con su abuela, tiene un talento innato para el baile pero está tan convencido de su superioridad que olvida que es humano. Se pelea con la directora de la academia en la que estudia y pierde la posibilidad de ir a EE.UU, es desalojado, queda sin trabajo.
Pero cuando descubre la humildad como lenguaje de Dios, comienza el camino de su redención, se une a Laura y compiten en un reality que puede depararles el comienzo de una nueva vida, pero tendrán que ganar.
Ambos tienen historias de vida muy disímiles y han caminado por la vida por senderos demasiado diferentes, casi opuestos.
Eudys creció en un barrio pobre, tuvo una vida difícil y superó muchas dificultades a fuerza de trabajo, con enormes sacrificios y con la ayuda de un amigo al que él no duda en identificar con todas las letras: Jesús.
Martín Cordero trabajó durante 21 años en corporaciones en EE.UU y en República Dominicana. Ha sido un ejecutivo exitoso, tanto que desde hace dos años trabaja en proyectos propios, que abarcan desde la construcción hasta productos de consumo masivo.
Poco después de haberse conocido en ese retiro, Eudys se apareció por la oficina de Martín para mostrarle un guión y el proyecto de hacer una película. La reacción de Martín fue una mezcla de sorpresa y de incredulidad: "Todo lo que yo sabía de cine era ir a sentarme en una butaca con el refresco y las palomitas", dice.
Pero según Eudys, y también según Martín, el tal Jesús, "El de arriba" tenían planes para ambos que ellos desconocían.
Uno de los obstáculos, como en toda producción de cine, fue la falta de dinero, pero tras arduas gestiones, luchas, idas y venidas, el dinero apareció, y Circus Films se formó, y comenzó el proceso de preproducción, después el rodaje, y después aparecieron Hayrold Abreu Durán, un joven actor y bailarín de 25 años con diez años de trayectoria, que bailó en montones de eventos y premiaciones en República Dominicana, apareció también Loraida Bobadilla, una morena simpatiquísima de sonrisa transparente, que a sus 25 años ha bailado en el reality Quién baila mejor, realizado en Venezuela, y que además es licenciada en publicidad; y una actriz con mucha experiencia en el papel de abuela que se llama Marquis Leguizamón.
A ritmo de fe es una epopeya moderna pero absolutamente dominicana, con la que se identificará toda persona que en cada día de su existencia asume retos y desafíos, es una historia de superación personal en la que el talento, la fe y la humildad se amalgaman para llegar al éxito.
El baile como expresión de fe, la sensualidad como expresión de la belleza, el enfrentamiento con la dureza de la realidad cotidiana en el lugar donde viven los pobres, todo está tratado con una sencillez y una profundidad que emocionan al espectador.
A ritmo de fe se exhibe en los cines en estos días.
Síntesis
Juan es un bailarín que vive con su abuela, tiene un talento innato para el baile pero está tan convencido de su superioridad que olvida que es humano. Se pelea con la directora de la academia en la que estudia y pierde la posibilidad de ir a EE.UU, es desalojado, queda sin trabajo.
Pero cuando descubre la humildad como lenguaje de Dios, comienza el camino de su redención, se une a Laura y compiten en un reality que puede depararles el comienzo de una nueva vida, pero tendrán que ganar.
Santiago Almada
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