“Carpinteros” es una historia de amor que sucede en una cárcel

SD. José María Cabral estaba sentado al centro, entre Fernando de Jesús Iglesias, jefe de seguridad de Najayo Hombres; la actriz Judith Rodríguez (Yaneli); y los actores Ramón Emilio Candelario (Manaury) y Jean Jean (Julián Sosa), en una de las salas del Palacio del Cine, donde se pudo ver el detrás de escenas, de su exitosa película “Carpinteros”.

La película llega, al fin, a los cines dominicanos, el próximo 5 de mayo, tras un largo periplo de festivales, con estreno mundial en el muy exigente festival de Sundance; cerrar el de Panamá; ganar el premio al mejor director en el Havana Film Festival de New York; y alzarse con los premios Especial del Jurado, Mejor Actor (para Jean Jean), y el Feisal a la Mejor Película Iberoamericana del Festival de Cine de Guadalajara.

Cabral, hizo dos películas a lo largo de 9 meses: una con su celular cada vez que iba, en procesos de casting y de investigación de la historia; y otra cuando por fin apareció en la cárcel con cámaras, los actores y el crew. Ahora regresará probablemente en la semana del 7 al 12, a mostrar la película a Najayo.

Jean Jean narró que en una ocasión, estuvo enfermo, y constantemente cuando terminaba de rodar una escena, vomitaba varias veces. Paraba. “Pero como estábamos rodando ‘a lo documental’, bueno pues ellos seguían trabajando, me dejaban con alguien cuidándome y seguían rodando por ahí y luego venían: ‘¿estás listo?’ Sí, ok, rodábamos 10 minutos más”.

Fernando de Jesús recordó cómo llegaron los actores, con timidez en la primera semana, y ya en la segunda se sentían en casa. Tan así, que en una de esas, Jean Jean, con uniforme de recluso, salió corriendo a la puerta y él le tuvo que gritar que no corriera, pues ya un francotirador le estaba apuntando.

“Al principio no me daba el drama”

A una pregunta de Diario Libre, José María Cabral, confesó que él no fue expresamente a hacer “Carpinteros”: “Me habían comentado que existía eso. Pero yo no sabía lo que iba a hacer. Un amigo que daba clases allá, me dijo tienes que ver cómo se hablan entre una cárcel y otra. Y yo fui a verlo, de curioso. Pero yo no fui a hacer ‘Carpinteros’”.

“Visito Najayo, veo esto, pero no me da el drama. Me digo, no me funciona. Y me dije, deja ver cómo es en otras cárceles. Veo La Victoria y fue profundamente impactante. Y digo, creo que lo que hay ahí es un documental, aunque ya esto lo he visto antes, documentales sobre las prisiones. Y me dije que la manera que tenía de llegarle a más personas era a través de la ficción; en cuanto a que más espectadores lo ven”, narró.

Otra cosa importante para Cabral era no solo que la gente se informara. ““Carpinteros” es una historia de amor. Punto. Sucede en una cárcel. O sea, si en esa historia de amor hay una denuncia social y hay un comentario, válido. Porque realmente existe. Pero no fue con esa intención. La intención fue sensibilizar un poco desde la perspectiva de un ‘carpintero’, de un interno, de comunicarse con el otro lado. Y ahí fue donde yo dije: “esto tiene que ser ficción” y voy a ver cómo involucró no solamente Najayo, sino La Victoria y poner todo eso que yo percibí en mis visitas, en una película de ficción, con personajes que aunque son ficticios, son inspirados en personas que yo conocí”, reconoció.

Según Cabral, toda la exposición de cada uno, incluso los nombres. “Decía Manaury y me respondían dos en la cárcel, el actor y el de verdad. Obviamente había que cambiar cosas para que funcionara la historia; pero era todo basado, motivado. La motivación de Yaneli es una motivación de una persona del otro lado”, finalizó.

Alfonso Quiñones