“Me dije me voy a lanzar de la tercera cuerda con este filme”

SANTO DOMINGO. Cuando en este mundo ya no esté Jack Veneno, desde el más allá deberá agradecer su renacimiento a Ricardo Bardellino, un joven que trajo en el ADN amor por la lucha libre y sus héroes. En su brazo izquierdo tiene un tatuaje del Bronco, otro de sus favoritos.

—¿De niño veías las exhibiciones que se hacían de lucha libre en el país?

Claro que sí. Tuve la suerte de ir tanto al Eugenio María de Hostos como al estudio A de Color Visión, y ya de grande a los distintos coliseos.

—¿Eras fanático de la lucha libre?

Crecí siendo fans de lucha libre. Hasta hoy veo lucha libre mexicana, estadounidense, japonesa. Sigo el circuito independiente. Y si organizan luchas, trato de ver cómo están los talentos.

—¿Qué ves en algo que es una farsa teatral?

Yo no veo la lucha como una farsa, yo lo veo como teatro deporte. Como un mundo mágico, lleno de elementos que tienen su propio color, su propio sabor. Que tienen intenciones y van evolucionando. De repente tienes un personaje súper bueno, técnico, que tiene el público a favor, y en un momento empieza a recibir abucheos del público y se rebela. O sea, hay transiciones que son muy interesantes. Y creo todavía muy entretenida la lucha libre.

—¿El público es un personaje más?

El público no lo sabe, pero es quien determina qué luchador es el campeón.

—¿Cuáles son las características principales de Jack Veneno?

Sin lugar a dudas el luchador más trascendente del deporte teatro del país. Es suficientemente bueno y genial para ser considerado con los mejores de la región e incluso de Estados Unidos. Hay varias cosas que tiene a favor: su presencia, era muy bueno con el micrófono, muy buena dicción, a veces parecía un poeta hablando; un tipo con dotes atléticas importantes, porque era un luchador que podía pelear con fuerza, también tenía técnica, aéreo, si había que subirse a la tercera cuerda lo hacía con facilidad. Pero creo que lo más importante que tenía Jack Veneno era el tema de lo que él representa, un tipo sin miedo, capaz de enfrentarse con quien sea. Transmitía esa seguridad de que por más difícil que fuese la lucha, el campeón iba a terminar ganando. Tenía esa bandera del bien, y de República Dominicana cuando luchó contra Rick Flair. Y esa simbología para mí tiene mucho peso.

—¿Una especie de Capitán América?

Pero dominicano. Es el único super héroe dominicano que tenemos. Se empoderó de eso. Retó a todos los talentos internacionales importantes. Llegó a pelear en pareja con el Santo, un ícono mexicano, considerado patrimonio cultural en México.

—¿Cuando lo conociste?

En el 2010. Y ahí empiezo a hacerle una serie de entrevistas, con la idea original de escribir un libro biográfico. me preocupaba cuando me enteré que tenía temas de salud, y no quería que se perdiera eso. Y me dije no puede ser que lo importante que este señor fue y lo que representó para todo un país y para la industria del entretenimiento, este señor desaparezca y qué va a pesar con su legado. Y pensé que era una tarea para un escritor en serio y yo estaba dispuesto a hacer eso. Tras varios meses entrevistándolo, vio que yo había hecho una buena investigación, para entender por qué una industria tan grande se había convertido en algo pequeño, y un día en su casa sentí que pasó algo mágico. Hacía mucho calor, sudaba, don Jack estaba cansado, teníamos cierta familiaridad, pero siento como una energía especial, me corría un chorro de sudor por la espalda. Veo en la sala, una foto suya enmarcada en blanco y negro, de un Jack joven, corpulento, imponente, el cinturón y los trofeos que le ganó a Rick Fler. Me dije tú no eres García Márquez para contar esto así. Esto no es un libro, es una película. Y le dije ‘Campeón ya yo sé lo que vamos a hacer Ud y yo. Deme una semana para presentarle una propuesta’. Y me dije, me voy a tirar de la tercera cuerda. Voy a dedicar mi vida a este proyecto. Esa decisión la tomé en 2012.

—¿Cuántas películas son?

Cuando llega Tabaré Blanchard, la tercera persona del proyecto trás de mí y de Manny Pérez protagonista, le paso 66 páginas que sentía imprescindibles. Taba me dice, pero Ricky todo eso no cabe en una película. Tal vez son dos. Y le digo son tres. Y empezamos a dividir la historia de 40 años para contarla en tres caídas. Son tres películas dependen del apoyo del pueblo, Mi intención es contar por lo menos la historia hasta que él le gana a Rick Flair y cómo desaparece la lucha libre. Ya si es una película mega exitosa, se podía seguir hablando otros luchadores. Esos límites los va a poner el pueblo y el tiempo.

—¿Cree que provoque un renacer de la lucha libre en el país?

Es uno de mis tres objetivos. El principal es hacerle justicia a la leyenda y al estilo de Jack; el segundo, dinamizar un posible renacer de la industria en el país. Y el tercero, hacer un aporte tanto a la industria del cine (muchos de mis talentos debutan), darles la oportunidad a jóvenes talentos, Fíjate que solos dos cosas no se hicieron aquí, la escena en Nueva York, y la colorización que se hizo en Chile. Sentía ese compromiso. ¿Qué opción le estás dando al pueblo? Y me dije ok, voy a reunir a toda esa gente talentosa, que puede dar algo excepcional, y me voy a tirar de cabeza con ellos para que hagamos algo fuera de serie. Esos son mis tres compromisos.

—¡Que se te cumplan!

Alfonso Quiñones