México conmemora hoy el 104 aniversario del natalicio de María Félix
La actriz se destacó por su talento e impulsó la industria del cine de su país
SANTO DOMINGO. México conmemora hoy el 104 aniversario de su nacimiento de la actriz María Félix, icono de la Edad de Oro del cine mexicano quien se destacó por su talento, logrando dar un gran impulso a la industria cinematográfica de esa nación.
El buscador de Google reconoce este domingo su paso por la vida al dedicarle el doodle para resaltar su aporte al cine de su país.
El doodle que presenta Google es una obra del artista invitado por el gigante de internet Paulette Jo. El arte en cuestión “captura el impresionante retrato del icono de la película”, según explica la empresa en su blog dedicado a los doodle.
Félix falleció el 8 de abril de 2003, (día en que celebraría su cumpleaños), a causa de una enfermedad cardiovascular.
María Félix nació en 1914 en Álamos (Sonora, México) entre 11 hermanos. En su adolescencia se mudó a Guadalajara, donde fue coronada reina de belleza en la Universidad de Guadalajara. En 1942, se mudó a Ciudad de México, donde protagonizó la película “El Peñón de las Ánimas”. Pero antes de eso puso las cosas cómo las quería hacer.
Su infancia transcurrió en Álamos. La familia vivía con dignidad, a pesar de no ser ricos. Durante su infancia mantuvo una estrecha relación con su hermano Pablo, tanto que la madre los separó pensando que pudieran envolverse en una relación incestuosa.? Con tal objeto, envió a Pablo al Heroico Colegio militar, en la Ciudad de México. Quienes conocieron a María dicen que, de niña, disfrutaba con aficiones propias de muchacho, alejada de cuanto se esperaba de una niña. De jovencita se ejercitó como consumada jinete. Nunca tuvo buena relación con sus otras hermanas, comenzando por su diferencia física (todas sus hermanas eran rubias por herencia materna), así como también por la, desde entonces, contrastante personalidad de María.
Posteriormente, la familia se mudó a Guadalajara. El tiempo transcurrió favorablemente para su hermosura; muy pronto su aspecto comenzó a llamar la atención. Fue coronada reina de la belleza estudiantil en la Universidad de Guadalajara. Muy joven aún, en 1931, aceptó en matrimonio a Enrique Álvarez Alatorre, un vendedor de la firma de cosméticos Max Factor, con quien procreó, en 1934, a su único hijo, el también actor Enrique Álvarez Félix. Finalmente, acabaría divorciándose de Álvarez Alatorre en 1938. Tras su divorcio, María vuelve a Guadalajara con su familia, siendo objeto de chismes y murmuraciones debido a su condición de divorciada. Ante esta situación, María decide trasladarse a Ciudad de México con su hijo Enrique.
Una vez allí, consiguió empleo como recepcionista en la consulta de un cirujano plástico y vivió en una casa de huéspedes. Un día, el padre de su hijo la visitó en la capital, y de forma deliberada se lo llevó y se negó a devolvérselo, llevándoselo con él a Guadalajara. María le juró que algún día sería más influyente que él, y se lo quitaría.? María logró recuperar la custodia de su hijo algunos años después con ayuda de Agustín Lara.
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La próspera relación de María con el cine empezó por azar. Se hallaba mirando escaparates en el Centro Histórico de la Ciudad de México (entre las calles de Palma y Francisco I. Madero) cuando el director Fernando Palacios la abordó preguntándole si le gustaría hacer cine. La respuesta pertenece también al mundo de los tópicos, pero los que configuran la leyenda de La Doña: “¿Quién le dijo que yo quiero entrar en el cine? Si me da la gana, lo haré; pero cuando yo quiera, y será por la puerta grande”. Finalmente Palacios logró convencerla de incursionar en el cine. Convertido en su pigmalión, comenzó a orientarla y a presentarla en los círculos de cine.? Hizo su primera aparición en el Baile Blanco y Negro del Country Club de la Ciudad de México al lado de algunas de las figuras más populares de la época, como Esther Fernández, Lupe Vélez y Andrea Palma. Eventualmente la llevaron a Hollywood, a los estudios de la Metro-Goldwyn-Mayer. Allí conoció a Cecil B. DeMille, quien le ofreció lanzarla en Hollywood, pero a María no le interesó. Prefirió comenzar su carrera en su país. Finalmente, y gracias a Palacios, le ofrecieron el papel estelar femenino en una película de Producciones Grovas El Peñón de las Ánimas, de Miguel Zacarías.

Diario Libre


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