Park Chan-Wook trajo a Cannes un thriller erótico de prístina fotografía

“Mademoiselle” es un maravilloso fresco con una fotografía espectacular

Corea del Sur - may. 14, 2016 | 12:00 a. m.

CANNES, FRANCIA. “Mademoiselle”, el thriller erótico del coreano Park Chan-Wook, que fue estrenado este sábado en el Festival de Cannes y que como un paréntesis también cerró en la alta noche la última tanda del Teatro Lumiére, es un maravilloso fresco que por su espectacular fotografía, parece salido de un lienzo de Kitagawa Utamaro, el famoso pintor japonés del siglo XVIII.

Park Chan-wook es hoy por hoy uno de los nombres imprescindibles del cine asiático con una mirada muy especial para el movimiento, ya que no concibe el cine de una manera estática, y para ello tiene en la violencia uno de sus más útiles herramientas. De modo que no sería ocioso pensar en posibles deudas con Quentin Tarantino.

Titulado en el original coreano como “The Handmaiden”, algo así como “La criada”, la película cuenta con las actuaciones protagónicas de Kim Min-hee como Lady Hideko y Kim Tae-ri, como Sookee. La primera de ellas una experimentada actriz que exhibe un considerable rango, precisión y fuerza en sus representaciones, mientras que la segunda es una cara totalmente desconocida, seleccionada de entre 1,500 participantes en el casting, quien es graduada de comunicaciones y debuta como actriz demostrando una personalidad ardiente y vibrante, que hace que a la vez sea capaz de expresar el más astuto engaño junto a una inocencia primitiva.

Hay aún dos actores más en roles destacados: unos es Ha Jung-woo, quien tiene a su haber Assassination (2015), Chronical of a blood marchant (2014), Age of the rampant (2014), The terror live (2013), The client (2011) y una decena más. Con tanta experiencia actoral, no puede estar mal en su rol de La Cuenta, siendo la primera vez que trabaja bajo la batuta del reconocido director coreano. Y por otra parte Cho Jin-woong, que hace de Kouzuki, para el cual tuvo que perder 18 kgs de peso y someterse tres horas diarias al maquillaje durante el rodaje.

La película está inspirada en la novela “Fingersmith” de Sarah Waters, y cuenta en la fotografía con Chung Chung-hoon, uno de los más destacados DP asiáticos, que comenzó a trabajar con Park Chan-Wook, desde “Old boy” (2003).

El filme, en esencia, trata sobre una joven japonesa que vive recluida por su tío-tutor Kouzuki, y sobre una mujer coreana que es recomendada para servirle como criada, pero quien en realidad está envuelta en un complot con La Cuenta para engañarla y defraudarle su rica herencia. Solo que antes no contaban con las emociones que desataría la convivencia tanto tiempo juntas.

Aunque quizás le sobren algunos minutos, “Agassi”, que es su título en japonés, se desarrolla en tres partes, y en cada una de ellas la realidad no parece ser lo que es, descubriendo cada vez nuevas intrigas, o nuevas vueltas de rosca en el tornillo que representa la dramaturgia. Escenas de un erotismo finísimo, muy artístico, dibujan una fotografía que tiene los mejores planos en esos momentos de pasión desbordada, a partir de una coreografía de los cuerpos muy bien producida.

“Mademoiselle” es ya una de las películas favoritas de quienes la han visto.