Películas en torno a la diferencia en los premios Oscar

SANTO DOMINGO. Una de las mayores complejidades que enfrenta el desarrollo cinematográfico es asumir nuevas temáticas, en especial cuando son controversiales, como es el caso de las opciones acerca de la sexualidad. Dedicamos este artículo a dos películas que comparten varios elementos en común: están basadas en novelas, son reconstrucciones de época, tienen protagonistas con dimensiones heroicas, son dramas que hablan de tabúes y, además, están doblemente nominadas a los Oscar por sus destacadas actuaciones.

La chica danesa

Ambientada en Copenhagen, Dinamarca, hacia 1926, relata la historia de los esposos Gerda y Eddie Wegener, artistas pintores que siguen las corrientes modernistas, explorando con las formas del paisaje y la figura humana. Un día, Gerda, buscando cumplir con un encargo, le pide a Eddie que pose para ella vestido de mujer; de esa experiencia nace Lili, misteriosa modelo que se hace famosa en los círculos artísticos. Lili progresivamente va haciéndose espacio en la personalidad de Eddie, llegando a transformarle del todo. Pero lo que nació como una travesura, es percibido como un delito y como una enfermedad mental. Sometido a diversos tratamientos para tratar de curarle, Eddie decide abandonar su vida masculina. Apoyado por su esposa y por un amigo de infancia, es una de las primeras personas que intenta un cambio de sexo a través de la cirugía.

Es un drama psicológico y social, con énfasis en el enfrentamiento entre los sentimientos del protagonista con la ciencia médica, la cultura y la sociedad. Es también un impecable trabajo de reconstrucción de época que se introduce en los ambientes de las vanguardias nórdica y parisina, dando cuenta de un entorno plagado de referencias culturales.

Notable es la participación del inglés Eddie Redmayne en el papel principal, que le ha valido su nominación al Oscar a Mejor Actor. Su pareja en el filme, la sueca Alicia Vikander, obtuvo nominación a Mejor Actriz de reparto. Tiene en contra la extensa duración, que intenta dar cuenta simultáneamente de un período, de una pareja en particular y de un hecho extraordinario.

Carol

“El precio de la sal” es el título de la novela que da origen al filme, escrita por la famosa autora Patricia Highsmith, inspiradora de varias películas, entre ellas “El amigo americano” (Wenders, 1977). Narra las desventuras de Carol Aird, mujer madura de clase alta, que busca divorciarse de Harge, su millonario esposo. Carol conoce en una tienda a la joven Therese Belivet, con quien vive un tórrido romance. Pero sus pasos son seguidos por gente pagada por su esposo, quienes logran grabarla en la intimidad con Therese. Chantajeada, Carol debe ceder la custodia de su única hija.

Con escenas de sexo explícito, es un relato que va a fondo acerca del lesbianismo en la ciudad de Nueva York, en los años 50. Lejos de ser una historia simplista y escandalosa, aborda diversos aspectos complejos que son reflejados a través de los personajes: las diferencias sociales, las diferencias de edad, el cuestionamiento a los roles masculinos y femeninos, las dudas existenciales, entre otros.

La historia viaja en el tiempo. Tras una primera escena de inicio, hace un largo regreso al pasado para volver al principio, que es la despedida de las amantes. También un relato largo, que a ratos se hace denso y opresivo. El filme tiene una fotografía cargada a los ocres y con cierta textura que recuerda el cine de 16 milímetros de esos años. Destaca el trabajo actoral de la australiana Cate Blanchett y de la estadounidense Rooney Mara, nominadas a Mejor Actriz y Mejor actriz de reparto en los premios Oscar, respectivamente.

El cine en torno a las diferencias sexuales existe desde hace algunas décadas, lo relevante de estas dos películas es que no pretenden ser propagandísticas, están centradas en personajes potentes y en historias que podrían considerarse paradigmáticas.

Ambas son recomendables para personas con criterio plenamente formado y con la mente abierta a otras realidades.

Mario Núñez