Sesiones sexuales para el alma

SANTO DOMINGO. Como hemos comentado en otras ocasiones, el cine, entendido como arte, es una actividad en desarrollo, la cual crece y se expande, tanto por el aporte de realizadores que descubren nuevas formas de expresión, como por la incorporación de nuevos temas provenientes de la diversidad de la experiencia humana. De cuando en cuando surgen películas extraordinarias que tocan aspectos ocultos para la mayoría, pero que contienen elementos universales. Es el caso de esta comedia dramática, que nace de un artículo publicado en la revista "The sun" en 1990, escrito por el periodista y poeta Mark O'Brien, que narra su primera experiencia sexual como persona con discapacidad.

La sustituta

La narración está ambientada en Berkeley, California, lugar donde vive Mark, tetrapléjico por poliomielitis desde la niñez, quien debe usar un pulmón artificial para respirar. Graduado de lengua inglesa, dedica su vida a la escritura de artículos, ensayos y poemas. Le encargan un trabajo acerca de la sexualidad en personas con discapacidad y ello le abre la puerta a un mundo desconocido, que le lleva a conocer a Cheryl, una "sustituta sexual". Decidido a perder su virginidad, pide orientación espiritual a un sacerdote y también recibe la ayuda de distintas personas de su entorno.

Religión y moral

El mayor aporte que realiza esta producción es el cuestionamiento a los principios morales que rigen la sexualidad en nuestra cultura. Mark es católico y Cheryl está por convertirse al judaísmo, sus miradas respecto al sexo y a la religión, siendo diferentes, se encuentran. Cheryl no es una prostituta, es una terapeuta que ayuda a conocer de su sexualidad a personas con discapacidad. De su lado, Mark no es un libertino, por el contrario, acude a la confesión, y de los diálogos con Brendan, el sacerdote, surgen los momentos más jocosos y al mismo tiempo más refrescantes. Interesante es también la sutil manera en que el guión incorpora elementos de tipo teológico, como la sacralidad del cuerpo, especialmente en las últimas secuencias.

El relato

La narración se hace en primera persona, Mark recuerda sus esfuerzos y temores acerca del amor y el sexo. Tres son los personajes principales que van adentrándose paulatinamente en sus propios conflictos, de este modo, el relato va escalando y expandiéndose. Pese a la actitud profesional de Cheryl, es inevitable que surja una conexión más allá de distancia terapéutica y su paciente, al tiempo que aprende nuevas experiencias, va encontrando nuevas preguntas y nuevas respuestas.

La realización y sus logros

El director y guionista Ben Lewin, de origen polaco, es un experimentado profesional de las artes audiovisuales que también sufrió de poliomielitis, de modo que mucho hay de sí en esta historia. Por su parte, el actor John Hawkes, logra una total compenetración con el personaje; para dar credibilidad a la discapacidad física, forzó su cuerpo a límites que pocos están dispuestos a hacer. Helen Hunt, en su posición de antagonista, otorga plena dignidad a su papel de amante y psicóloga por encargo. Esta película fue reconocida en el Festival Sundance 2012 con el premio del público y un premio especial del jurado a todo el equipo de actores. Por su desempeño en este filme, Hunt postula al Oscar como Mejor Actriz de Reparto.

Películas como esta son las que hacen crecer tanto al cine como a su público. Simpleza y sinceridad siempre serán las mejores aliadas de quien quiera contar algo diferente. La potencia de este relato es prueba suficiente de que no todo está dicho, que la originalidad es todavía posible y que es respetada. Recomendable para actores, actrices y aspirantes a realizadores cinematográficos, para personas con discapacidad y por sobre todo para personas con criterio formado, dispuestas a reír y llorar con la comedia de la vida.

The Sessions. EE.UU. 2012. 95 minutos.

Dirección y guión: Ben Lewin

Música: Marco Beltrami

Fotografía: Geoffrey Simpson

Intérpretes: John Hawkes, Helen Hunt, William H. Macy, Moon Bloodgood, Annika Marks, Adam Arkin

Mario Núñez Muñoz