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Viggo Mortensen: “Siempre voy a ser yo, es mi cuerpo, mi voz, está todo ahí”

‘Green Book’ recibió el Premio del Público a Mejor película en el Festival Internacional de Toronto

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Viggo Mortensen: “Siempre voy a ser yo, es mi cuerpo, mi voz, está todo ahí”
Viggo Mortensen y Mahershala Ali protagonizan la película ‘Green Book’. (PATTI PERRET - © 2018 UNIVERSAL STUDIOS)

Así como la nueva película ‘Green Book’ lo muestra a Viggo Mortensen recorriendo el sur de Estados Unidos en una divertida aventura, en la realidad pudimos seguirlo muy de cerca con otra mejor aventura. Primero viajamos hasta Canadá, para verlo desfilar por la alfombra roja del Festival Internacional de Toronto, donde pudimos ver (con él) el gran estreno mundial que terminó ganando el premio más prestigioso, votado por el público como Mejor Película. Y apenas dos semanas después, volvimos a viajar a Europa, para encontrarlo especialmente en el Festival Internacional de Cine de Zurich. Y así como en el cine, él lleva de viaje a Mahershala Ali en ‘Green Book’, gracias al cine, Viggo Mortensen nos llevó de viaje, también a nosotros, de verdad.

¿Qué tan importante son los festivales de cine hoy, después del estreno mundial en el Festival de Toronto para inaugurar otro festival de cine en Zurich?

El director de ‘Green Book’, Peter Farrelly me contó que en Toronto era la primera vez que él pasaba por un festival de cine. Y ya no pudimos parar (risas). Yo no lo podía creer. Creo que yo estuve ocho o siete veces en Toronto con muy buenas producciones y abrir un festival como Zurich fue espectacular. Te juro que nunca antes yo había visto en una sala de cine las caras de la gente como yo ví con esta película. Y pudiste sentir lo que nosotros sentimos, mirando la película con nosotros, con el público. Nadie se movía, como si no quisieran irse del cine. Nunca antes me pasó. Nunca.

Entre tantos viajes, sabemos que en tu caso viviste muchos años afuera y me imagino que debes haber escrito muchas cartas en tu vida, como pasa en la película, aunque hoy con el email no lo hagamos tan seguido...

(Interrumpe) Pero yo sí. Yo mando postales casi todos los días. Quiero mantener vivo el sistema de correos. Y también mandé postales desde el festival. Me gusta escribir. Es maravilloso. Y es genial recibir algo escrito a mano por alguien. Tiene algo personal, como si la persona estuviera viva... porque nadie sabe con un email, lo pudo haber enviado otra persona.

Perfecto. Mejora todavía para mi pregunta: ¿Cuándo fue la última vez que escribiste una carta de amor, como en el cine... y qué tan bueno te consideras en ese tema?

No sé si soy bueno en el tema, pero soy muy cabeza dura y sigo escribiendo cartas de amor. Por suerte tengo alguien a quien mandárselas y soy feliz de hacerlo. También le mando cartas de amor a mí hijo. Él recibe muchas postales. No sé lo que hace con todas ellas, porque son demasiadas. Pero sí, a veces son estupideces, como una simple frase.

¿Qué tan románticas son las verdaderas cartas de amor que escribes?

Y... definamos lo que es una carta de amor. Una carta de amor es lo que sea que yo quiera que sea, lo que sea que quieras mostrar con tus sentimientos.

Más allá del premio que se llevó la película en Toronto, ya se habla del Oscar por tu transformación ¿Cómo lograste convertirte en un típico italiano de los años 60?

Para empezar es bastante raro en Hollywood disfrutar un rodaje tan divertido como el que tuvimos, así como es muy raro conseguir una película tan buena como esta. Y Lo divertido para mí siempre es el primer paso que yo llamo ‘recaudar información’. Es algo que me divierte, no importa la película que sea. Me gusta recorrer todas las direcciones. Hasta que empiezo un rodaje, apuesto a todo. Y puedo hacer lo que quiera. Puedo llegar a leer algo que me de una idea distinta, en las noticias o incluso encontrándome alguien por la calle. Me la paso escribiendo borradores y lleno cajas y cajas de basura. No todo es basura. Pero son cosas que llenan mi mente. Son como balas que después dejo a un costado. Esta vez tuve mucha ayuda de la verdadera familia de mi personaje, los Vallelonga. Todas las ideas que tuve se sumaron con los verdaderos italianos que estuvieron con nosotros todos los días, con sus diálogos, su forma de hablar, sus costumbres, su forma de ser.

¿Te imaginaste tal cual como apareciste en el cine, al momento de leer el guion?

Tengo que ser honesto. Cuando leí el guión me puso nervioso aparecer como italiano. Quiero decir que yo nací en Nueva York y nunca antes había interpretado alguien que había nacido ahí, eso me había tentado, pero me preocupaba actuar como un italoamericano. Yo no soy italoamericano. Y sé muy bien que hay actores italoamericanos muy buenos, con actuaciones de cine legendarias. No sabía si podía llegar a ese nivel. Pero el director me tuvo fe. Y todos teníamos que hacer estas caracterizaciones. Ninguno de nosotros es como se ve en el cine ahora.

Matthew McConaughey me dijo hace poco que no importa lo que digan los actores, siempre encuentran algo de ellos mismos en sus personajes.

Sí, siempre voy a ser yo, es mi cuerpo, mi voz, está todo ahí. No me puedo escapar. Pero también tengo que crear al personaje. Y esta vez fue una persona de verdad, aunque también era un personaje muy divertido. Ahí es donde me sirvió la ayuda de los verdaderos Villalonga. Ellos nos ayudaron a preparar nuestros roles, incluso nos dieron objetos para usar, joyas, como el collar que yo uso en la película, era de Tony Lip. Y ellos también aparecen en la película. Nick interpreta a Augie, el hermano, Frank, aparece como el Tío Rudy, mi hermano. Y el tío Rudy, el veredadero, tuvo el rol de mi padre. Fue maravilloso.

¿Qué tan diferente es imaginar una película al leer un guion y ver la versión terminada, con público, en una sala de cine?

Leer el guion fue un placer tan grande como ver la película terminada. Ya la ví varias veces. El festival de Toronto fue la primera vez que la ví con público, toda terminada y perfecta. Y el guion lo leí varias veces, porque me encantó. Me hizo reir, me emocionó. Y me sorprendió lo bien construido que estaba todo, totalmente impredecible con la dinámica entre las relaciones humanas.

¿Qué es lo que tanto te gusto del guion para querer leerlo una y otra vez?

Da vuelta todo de cabeza en una forma muy subliminal, cuando básicamente es una película sobre gente diferente que se lleva bien aunque no hubiera sido tan así si no se hubieran conocido. Te muestra la forma en que la gente se entiende, con solo pasar un poco de tiempo juntos. Eso sólo es una buena historia. Y es increíble que nadie tenga el monopolio para contar historias así, que habla tan bien de nuestra sociedad. Cuando terminas de leer el guion, de la misma forma que la gente reacciona al verla en cine, terminas sintiéndote bien por la gente. Eso es lo que yo pude ver en la cara de los espectadores. Nos sentimos bien por la simple idea de saber que nos podemos llevar bien entre todos, sin importar las razas ni las clases sociales. Eso es maravilloso. A lo mejor alguien levanta una ceja quejándose que es el tipo de cine que te hace sentir bien. ¿Y qué? ¿Qué tiene de malo algo así?

Volviendo al tema de las cartas de amor, pero en el cine, con ‘Green Book’ ¿Crees que tu esposa en la ficción nunca se daba cuenta que no le escribías las cartas de amor y que alguien te ayudaba realmente a darle un tono más romántico?

Bueno, al final ella le dice a Mahershala Ali “Gracias por ayudarlo con las cartas”. Ella lo supo siempre y te muestra la clase de mujer que es Dolores, pero también demuestra que igual se emocionaba, igual las leía, porque aunque sabe que Tony no pudo haberlas escrito así, sabe que la intención estaba. La idea romántica era real. Ella lo sabe. Y eso me encanta.

¿Algún momento inolvidable del rodaje que haya cambiado en cierta forma tu vida, para siempre?

Suena muy profundo pero tengo la respuesta (Risas). La película está dedicada en parte al cuervo Larry, un cuervo que nos visitó por un tiempito en el rodaje pero no sobrevivió. Lo había atropellado un auto y tratamos de curarlo. Pero falleció. Y yo compartí momentos felices con el cuervito Larry. Y Pete el director, imprimió para siempre en los créditos de la película, la dedicatoria tan especial para El Cuervo Larry.

¿Es cierto aquel dicho que dice “Es más difícil hacer reír que llorar’?

Mejor todavía: Yo creo que muchas veces cuando nos reímos de ideas importantes, el concepto de ciertos pensamientos provocadores pueden llegarnos mucho más fácil con una risa, cuando la estás pasando bien. Cuando se ve, parece fácil, pero es muy difícil escribir una historia como ‘Green Book’ y es todavía más difícil dirigirla bien en el cine. Por eso no puedo estar todavía más impresionado y feliz con los resultados.

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