Woody Allen o una vaca que todavía da leche, en Café Society

CANNES, FRANCIA. La nueva película de Woody Allen, ayer en el pase de prensa, en Cannes, inauguró la 69 edición del Festival de Cannes. “Café Society”, protagonizada por Jesse Eisenberg y Kristen Stewart, junto a Steve Carell y Blake Lively. Se convierte así en el primer director en inaugurar en tres ocasiones el más importante festival de cine del mundo, la primera en el 2002 con Un final made in Hollywood y Midnight in Paris (2011), y tras presentar el año pasado la película “Irrational man”.

Pudiera decirse que Café Society es un canto a sí mismo del director de aquella legendaria Manhattan (1979), a través del alter ego de Allen en que se ha convertido, sobre todo en esta ocasión, el joven Eisenberg.

Y se trata también de la recreación de los años 30 (Allen nació en 1935), a través de un retrato de época, pero donde se echa de menos una historia contundente, aunque no esté ausente la chispa del humor de Allen, en cuatro o cinco ocasiones.

Una de las primeras escenas de la película, muestra una fiesta alrededor de una piscina en Hollywood, en una residencia que pareciera hecha por Le Corbusier, sin embargo, más adelante se muestran otros estilos arquitectónicos, como el art deco vigente entonces.

Adonde quiero llegar: esos cambios en los significados arquitectónicos parecen hablarnos de los cambios sociales y culturales en un momento en que la sociedad norteamericana se movía entre la gran depresión y el hampa; gran depresión que a no ser por la violencia que se establece alrededor, parece no haber existido durante esa década. ¿Es acaso sobre la nostalgia de una época que va el filme?

Bobby Dorfman (Eisenberg) arriba a Hollywood con el fin de lograr un trabajo en la empresa de su tío, un poderoso agente cinematográfico Phil (asumido por Carell), que recuerda –según dicen-, a Charles Feldman, primer agente artístico de Woody en el cine. Phil hace esperar algunos días a su sobrino, hasta que lo recibe finalmente (esto es un poco chejoviano). Cuando le da entrada a su empresa, le presenta a su asistente Vonnnie (Stewart), quien es su amante desde hace un año. Pronto entre los jóvenes nacerá una pasión siempre alimentada por atractiva sensualidad que forma parte de la personalidad de la propia Stewart (quien juega en el cine una historia rocambolesca como la que jugó en la vida real cuando era novia de Robert Pattinson)

Allan Stewart Konigsberg, más conocido como Woody Allen cumplió 80 el 1ro de diciembre del 2015, y desde el 2011, cada vez que se le ha visto por estos lados, ha sido con la misma camisa y el mismo pantalón.

Asimismo, Café Society parece realizada con esa misma costumbre de Woody Allen, casi autista, de poner en pantalla personajes neuróticos que juegan con la ironía, y aman hablar y hablar y hablar; además de una eterna ya y a veces abusadora ansia de narrar en off las cosas que se deben contar con acciones; además de un punto de vista tan peculiar que lo ha convertido en un excéntrico transmisor de su tiempo con historias que a veces parecen no decir nada, y que más que eso lo que hacen es cronicar una época.

Esa fórmula, cansona si bien es cierto y gastada, casi como si fuera Almodóvar, aún es efectiva por cuanto Woody Allen se atreve una vez más a ordeñarla y que dé leche.

Alfonso Quiñones