Revisa el “jarabe de maíz” en todos tus productos empacados
Su uso está asociado con el hígado graso

El “jarabe de maíz alto en fructosa” o como lo leerán en la mayoría de productos procesados “High fructose corn syrup” es uno de los ingredientes alimenticios más controversiales. Se utiliza como alternativa edulcorante del azúcar de mesa (sacarosa) desde los años 1970 y desde entonces se esparció mundialmente y se usa en bebidas gaseosas, en pastas dentales, galletas dulces y múltiples productos con promoción dietética.
La creación de este edulcorante consistía en sustituir el azúcar de mesa (blanca o morena), pero fue en 2004, cuando Bray y colaboradores publicaron un buen estudio sobre la relación del consumo de jarabe de maíz alto en fructosa y su impacto en el aumento de la obesidad.
Sin embargo, no existe evidencia científica suficiente que penalice la utilización de este edulcorante, pues en composición y metabolismo no difiere de forma importante del azúcar de mesa, la miel, concentrados de frutas, de ahí que la administración de alimentos y drogas (Food and Drug Administration, FDA) lo autorice como alimento seguro.
Lo importante es reconocer que es ampliamente utilizado en las bebidas, y que es la principal forma de aumento de peso a nivel mundial.
Prestemos atención a las etiquetas nutricionales en los alimentos empacados, pues como parte de los ingredientes podrían identificar la presencia de este edulcorante y de otros como sacarosa, fructosa.
Según la Sociedad Americana del Hígado, el consumo regular de este tipo de edulcorante se asocia con la aparición de hígado graso (esteatosis hepática) no alcohólico, entidad que afecta de un 25-30% de la población adulta y que forma parte de signos de alarma sobre un síndrome metabólico asociado al aumento de la enfermedad cardiovascular y diabetes mellitus.
El tratamiento específico de esta condición será alimentación saludable y ejercicios de forma rutinaria. Ahora bien, como conseguimos reducir el consumo de azúcar:
— Consuma las frutas con cáscara, evite los jugos. Además así aprovechará toda la fibra que aporta y no requerirá “azúcar adicional”.
— Evite los refrescos, bebidas energéticas y alcohol.
— Si consume café o té, evite el azúcar que añade.
— En opciones como avena, evite agregar azúcar y utilice especias como canela, nuez moscada y limón.
Recuerde que llevar una alimentación equilibrada y realizar ejercicios de forma rutinaria le ayudará a encontrar el balance de un control de peso y un perfil de bajo riesgo en la prevención de enfermedades cardiovasculares y metabólicas.